6 h y 10 mHoy te enseñamos a preparar un Caldo de Huesos Nutritivo, una receta que ha existido por siglos y ha sido parte fundamental de la alimentación de muchas culturas alrededor del mundo. Es una receta que se prepara con huesos de animales y una variedad de vegetales y hierbas, y es conocido por sus propiedades nutritivas y medicinales.
Históricamente, el caldo de huesos se utilizaba como una forma de aprovechar todo lo que se podía de los animales. Además de ser una fuente de nutrientes, también se creía que tenía propiedades curativas, y era utilizado para tratar dolencias como resfriados, gripes y problemas digestivos.
En la actualidad, el caldo de huesos ha resurgido como un plato popular en la dieta paleo y la alimentación saludable en general. Y es que tiene enormes beneficios como la mejora de la digestión, la salud intestinal y la reducción de la inflamación.
Es increíble poder de los elementos que componen esta receta tradicional. Entre ellos, se encuentra la glicina, un aminoácido esencial que facilita la digestión y favorece la regeneración celular; minerales como el calcio, el magnesio o el fósforo; y una gran cantidad de proteínas biodisponibles, resultado de la cocción lenta a la que debe estar sometido el caldo.
Con un poco de paciencia y atención, podrás disfrutar de un plato tradicional lleno de sabor y beneficios para tu salud. Aquí te dejamos la receta y no olvides leer los consejos del final de este artículo para que te quede perfecto:
Ingredientes para Caldo de Huesos nutritivo para 2 personas
- 1 kilogramo de huesos de ternera y de pollo (preferiblemente con médula pero, sobretodo, que sean ecológicos o de pasto)
- 1 cebolla grande
- 3 dientes de ajo
- 1 apio
- 1 zanahoria
- 2 hojas de laurel
- 2 ramitas de perejil
- 1 cucharadita de vinagre de manzana
- Sal y pimienta al gusto
- 2 litros de agua aproximadamente o hasta cubrir la olla
Cómo hacer la receta de Caldo de Huesos nutritivo
- En primer lugar, vamos a hacer un paso que contribuirá a darle un sabor espectacular a nuestro caldo. Se trata de poner los huesos en una bandeja de horno, con papel especial para horno. Y lo ponemos durante 40 minutos a 180º con calor tanto arriba como abajo.
- Cuando ya le quede poco para terminar al horno, agrega los dos litros de agua a la olla y ponla a fuego alto.
- Mientras esperas a que el agua hierva, pela la cebolla y córtala en cuatro partes. Pela los dientes de ajo y córtalos en rodajas finas. Lava la zanahoria, el puerro y el apio, y córtalos en trozos grandes.
- Cuando el agua esté hirviendo, agrega las verduras y las hojas de laurel. Agrega también los huesos que ya deben de haber terminado de hornearse. Y Baja el fuego a medio-bajo y deja cocinar durante una hora y media.
- Pasado ese tiempo, agrega el perejil y la cucharada de vinagre de manzana a la olla. Cocina durante 6 horas y media más. En total serían unas 8 horas. También puedes cocinarlo durante mucho menos tiempo pero ten en cuenta que tu caldo tendrá menos sabor y será menos espeso. Eso si, cocínalo al menos durante 2 horas.
- Una vez que haya pasado el tiempo total de cocción que hayas elegido, retira los huesos y las verduras de la olla y cuela el caldo para eliminar cualquier resto sólido. (Si quieres puedes utilizar los restos de carne para cualquier otra receta)
- Por último, agrega sal y pimienta al gusto y sirve el caldo caliente.
Notas y Consejos
Elige huesos de calidad: Asegúrate de comprar huesos de alta calidad, preferiblemente con médula, para obtener el máximo sabor y nutrientes en tu caldo. Pero lo más importante es que deberías comprarlo ecológicos y de animales que hayan comido de pasto y vivido en libertad. De estos huesos se extraen las sustancias que luego tú vas a comer como el colágeno o los minerales. Así que cuanto mejor calidad tengan mejor serán para tu salud.
Agrega vinagre de manzana: El vinagre de manzana ayuda a extraer los nutrientes de los huesos y las verduras, por lo que es importante agregarlo a la receta.
Cocina a fuego lento: Para obtener un caldo sabroso y nutritivo, es importante cocinar a fuego lento durante al menos dos horas. De esta forma, se extraerán todos los nutrientes y se desarrollará un sabor profundo y delicioso.
Cuela el caldo: Asegúrate de colar el caldo después de cocinar para eliminar cualquier resto sólido y obtener un caldo limpio y apetecible.
Prueba antes de sazonar: Antes de agregar sal y pimienta, prueba el caldo para asegurarte de que el sabor sea perfecto y no necesite más sazón.
Congela las sobras: Si te sobra caldo, puedes congelarlo en porciones individuales para tenerlo a mano cuando lo necesites. Te durará en la nevera unos 5 o 6 días y en el congelador aproximadamente 1 mes.
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