Tener un huerto en casa o urbano es una excelente manera de cultivar tus propias frutas y verduras frescas, aportando una gran satisfacción personal y beneficios para el medio ambiente. Entre las numerosas plantas que puedes incluir en tu huerto, la higuera es una opción interesante y deliciosa. En este artículo, aprenderás cómo hacer un esqueje de higuera para que puedas disfrutar de sus deliciosos frutos en tu propio huerto.
Elige el esqueje adecuado
El primer paso para hacer un esqueje de higuera es seleccionar una rama joven y saludable de una higuera madura. La rama debe tener entre 20 y 30 cm de largo, con un diámetro de aproximadamente 1 cm. Lo ideal es que tenga al menos dos o tres yemas. La mejor época para tomar esquejes de higuera es a finales de invierno o principios de primavera, justo antes de que comience a brotar.
Preparación del esqueje
Una vez que hayas seleccionado y cortado el esqueje, debes prepararlo para ser plantado. Retira todas las hojas del esqueje, dejando solamente las yemas. Si hay alguna rama lateral pequeña, también debes quitarla. Es recomendable realizar un corte diagonal en la parte inferior del esqueje para facilitar la absorción de agua y nutrientes y promover el enraizamiento.
Enraizamiento del esqueje
Antes de plantar el esqueje, es útil tratarlo con hormonas de enraizamiento, que estimulan el crecimiento de nuevas raíces. Estas hormonas están disponibles en tiendas especializadas y se aplican sumergiendo la parte inferior del esqueje en el producto.
A continuación, llena una maceta con sustrato húmedo y bien drenado, como una mezcla de turba y perlita. Introduce el esqueje tratado en el sustrato hasta que queden sumergidas aproximadamente dos tercios de su longitud. Asegúrate de que las yemas queden expuestas y orientadas hacia arriba.
Cuidado del esqueje enraizado
Coloca la maceta en un lugar cálido y bien iluminado, pero sin luz solar directa. Mantén el sustrato húmedo, pero no empapado, durante todo el proceso de enraizamiento, que puede durar de 4 a 8 semanas. Es posible que el esqueje pierda algunas de sus hojas durante este proceso, pero no te preocupes, ya que esto es normal.
Trasplante y cuidado de la nueva higuera
Una vez que el esqueje haya desarrollado un sistema de raíces sólido, es hora de trasplantarlo a una maceta más grande o directamente en el suelo de tu huerto urbano. Asegúrate de elegir un lugar con buena exposición al sol y suelo bien drenado. Las higueras pueden llegar a ser bastante grandes, así que asegúrate de darle suficiente espacio para crecer.
Riega la higuera regularmente durante los primeros meses después del trasplante, pero no la inundes. A medida que la planta crezca y se establezca, podrás disminuir gradualmente la frecuencia de riego. Las higueras son relativamente resistentes a la sequía y pueden soportar periodos sin agua, aunque proporcionarle agua de forma constante asegurará un crecimiento saludable y una mejor producción de frutos.
Fertilización y poda
La fertilización es esencial para mantener la salud y la productividad de tu higuera. Aplica un fertilizante equilibrado (como un 10-10-10) alrededor de la base de la planta al comienzo de la primavera y a mediados del verano. También puedes agregar abono orgánico, como estiércol o compost, para proporcionar nutrientes adicionales y mejorar la estructura del suelo.
La poda es importante para controlar el tamaño de la higuera y estimular una producción abundante de frutos. Realiza una poda de formación durante los primeros años de vida de la planta, eliminando ramas débiles o mal orientadas y favoreciendo el crecimiento de ramas fuertes y bien distribuidas. En años sucesivos, realiza una poda de mantenimiento eliminando ramas muertas, enfermas o cruzadas y acortando las ramas demasiado largas.
Prevención y control de plagas y enfermedades
Las higueras son bastante resistentes a las plagas y enfermedades, pero es importante mantener un cuidado adecuado para prevenir problemas. Inspecciona regularmente la planta en busca de signos de infestación o enfermedad y actúa rápidamente si detectas algún problema. Algunas plagas comunes en higueras incluyen ácaros, cochinillas y mosca blanca, que pueden tratarse con insecticidas naturales o químicos si es necesario. Las enfermedades más comunes son la antracnosis y la roya, que pueden prevenirse con una adecuada higiene y un buen drenaje del suelo.
Conclusión
Cultivar una higuera en tu huerto urbano a partir de un esqueje es un proceso gratificante que te permitirá disfrutar de deliciosos higos frescos en casa. Con la selección adecuada del esqueje, un cuidado constante durante el enraizamiento y el trasplante, y un mantenimiento regular, tu higuera prosperará y te proporcionará frutos durante muchos años. Además, contribuirás al enriquecimiento de tu huerto urbano, a la diversidad de cultivos y al disfrute de cosechar tus propios alimentos.
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