Si hay un tipo de cocción que represente la rapidez, sencillez, y lo saludable de la cocina mediterránea esa es la cocina a la plancha. A pesar de su sencillez, si queremos tener éxito, y exprimir al máximo todo el potencial de los alimentos, hay algunas consideraciones que debemos tener en cuenta a la hora de cocinar a la plancha. A continuación, os ofrecemos una serie de consejos y trucos que os serán de gran utilidad para preparar platos tan deliciosos como unas chuletas de cordero sin aceite, o un solomillo de ternera. Una de las claves para lograr buenos resultados es que la plancha esté muy caliente.
La popularidad de este tipo de cocina se debe a que los alimentos se cocinan con una pequeña cantidad de aceite y, además, éstos se ponen en la plancha sin apenas ser manipulados, lo que hace que sea una cocina rápida y sencilla con la que se obtienen platos muy llamativos, con bonitos tostados y un magnífico aroma y sabor.
Algunas ventajas de cocinar a la plancha
Como ya hemos señalado, con el uso de esta forma de cocción se obtienen alimentos con vistosos colores, y, según el modelo de plancha, podemos conseguir trazos más marcados que dan un aspecto muy atractivo y apetecible a las piezas. Tras su paso por la plancha, los alimentos adquieren una deliciosa textura crujiente y un aroma ahumado embriagador.
Los metales empleados para elaborar las planchas, como el hierro fundido, son grandes conductores del calor, lo que hace que la superficie de los alimentos se doren en muy poco tiempo, adquiriendo un sabor irresistible.
Carnes
La carne es el producto por excelencia que mejor se presta para ser cocinado mediante este método. Es importante que busquemos carnes tiernas. Si queremos ternera, además de las clásicas piezas de entrecot, lomo o solomillo, podemos pedir a nuestro carnicero que nos recomiende otras que se presten a este tipo de cocción, como pueden ser los filetes de contra, babilla, cadera, baba o aguja. El cordero, por ser una carne más tierna que la de vaca, con una fibra más delgada, también nos ofrece algunas partes interesantes, de entre las que destacan las chuletas.
En una buena cocción se tiene que producir la caramelización de los azúcares y la carbonización de las grasas. Estos dos fenómenos dan lugar al sabor característico de la carne a la parrilla, por lo que nunca se debe quitar la grasa a aquella carne que vamos a cocinar de esta forma. Si retiramos la grasa, el sabor saldrá perjudicado. Podemos hacer la carne con la grasa y, una vez en la mesa, quien lo desee puede retirarla.
Es importante sazonar la carne hacia el final de la cocción, ya que este elemento libera gran cantidad de agua al entrar en contacto con el fuego, lo que puede terminar por estropear la parrillada que estamos preparando.
Para tener éxito a la hora de cocinar a la plancha, hay dos aspectos que son cruciales, por un lado la plancha debe estar muy caliente, y, por otro, las carnes que vamos a cocinar deben estar a su vez a temperatura ambiente, de este modo no robarán excesivo calor a la superficie metálica y se harán en menos tiempo. Antes de colocar la carne, la untaremos ligeramente con aceite, y pondremos un poco más sobre la superficie de la plancha. Una vez que pongamos la carne, le daremos la vuelta una o dos veces, de este modo la plancha dejará unas bonitas marcas. Nada más poner la carne no debemos moverla hasta pasados unos minutos. No debemos preocuparnos si parece que está pegada, a los pocos minutos se soltará.
Pescado
Si queremos cocinar pescados, nos decantaremos por aquellos que tienen carne dura, como en el caso del rape. Las sardinas deben ser grandes y las colocaremos sobre la plancha si eviscerar, es decir, enteras y sin quitarles las tripas. Los calamares y las sepias también se prestan muy bien para ser cocinadas de este modo, lo único que hay que tener en cuenta es que se deben poner cuando la plancha está a una temperatura muy elevada, tanto, que a veces es difícil alcanzarla con una plancha doméstica.
Verduras
Prácticamente todas las verduras son susceptibles de ser asadas a la plancha. En algunos casos, como los espárragos, se deben blanquear antes, o hervirlos ligeramente, para que su textura se ablande. Una vez blanqueados se terminan de cocinar sobre la plancha. Independientemente de la verdura que queramos cocinar, es importante que busquemos ejemplares tiernos, ya que es la mejor forma de asegurarnos que la cocción sea homogénea y el resultado delicioso. Como en el caso de las carnes, la sal la añadiremos al final. Imagen:flic.kr/p/8DY6fi Fuente:sabormediterraneo.com
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