50 mEn el calor del hogar, donde la cocina se convierte en nuestro laboratorio de sabores, hoy te traemos una receta que es tanto un deleite para el paladar como para el corazón: Albóndigas de Calabacín sin carne. En el ajetreo de la Italia del siglo XV, las albóndigas ya eran un plato muy popular, sin embargo, nuestros protagonistas hoy, no son bolas de carne, sino deliciosos y jugosos calabacines. Un giro vegetariano que no solo es amigable con el planeta, sino también sumamente nutritivo y delicioso, ofreciendo una alternativa ligera y lleno de sabor a las tradicionales albóndigas.
Ingredientes para Albóndigas de Calabacín para 2 personas
- 2 calabacines medianos
- 1 huevo
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de pan rallado
- 1 cucharada de queso parmesano rallado
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra
- Salsa de tomate casera
- Albahaca fresca para decorar
Cómo hacer la receta de Albóndigas de Calabacín
- Lava los calabacines cuidadosamente y rállalos. Luego, colócalos en un colador y espolvorea con un poco de sal para que suelten el agua. Deja reposar durante unos 15 minutos y después escúrrelos bien, presionándolos con un paño de cocina.
- A continuación, en un bol grande, mezcla los calabacines con el huevo batido, los dientes de ajo finamente picados, el pan rallado, y el queso parmesano rallado. Remueve bien la mezcla y añade sal y pimienta al gusto.
- Forma pequeñas bolas con la mezcla de calabacín y colócalas en una bandeja.
- Precalienta el horno a 200ºC y, mientras tanto, en una sartén con aceite de oliva, dora ligeramente las albóndigas para que tomen un color dorado.
- Una vez doradas, colócalas en una fuente de horno y báñalas con la salsa de tomate. Hornea durante unos 15-20 minutos.
- Finalmente, sirve las albóndigas decorando con un poco de albahaca fresca.
Notas y Consejos
Lograr que las albóndigas de calabacín tengan una textura y sabor excepcionales es un arte que hoy compartimos contigo con mucha alegría.
Al escurrir bien el calabacín, evitas que las albóndigas se deshagan mientras las cocinas, y este es el primer secreto para que queden perfectas. Además, el toque de dorarlas antes de hornear es esencial para sellas y mantener su forma durante el horneado, mientras que la salsa de tomate no solo añade un sabor impresionante, sino también humecta las albóndigas durante su cocción.
¿El último secreto? No las olvides en el horno: la clave está en una cocción suave y justa, para que queden tiernas y jugosas por dentro y con una leve crocantez por fuera. Disfruta del placer de lo sencillo, del arte de crear platos extraordinarios a partir de ingredientes básicos y cotidianos.
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