Aquí tienes unas irresistibles Alitas de Pollo en Salsa, un plato que ha conquistado paladares a lo largo y ancho del mundo. Este suculento manjar, conocido por su rica y vibrante salsa, encuentra sus raíces en diversas culturas, cada una aportando un toque único y especial. Hoy exploraremos una versión sumamente sencilla y deliciosa para que, incluso los novatos en la cocina, puedan sentirse chefs por un día, preparando este encantador plato que promete una explosión de sabor con cada bocado.
Ingredientes para Alitas de Pollo en Salsa para 2 personas
- 10 alitas de pollo
- 1 taza de salsa de tomate
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolla pequeña
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1/2 taza de agua
- 2 cucharadas de azúcar moreno
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de pimentón picante
Cómo hacer la receta de Alitas de Pollo en Salsa
- Inicia pelando los dientes de ajo y la cebolla, y procede a picarlos finamente. Asegúrate de hacerlo con cuidado para evitar cortes y obtener trozos uniformes.
- Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añade el ajo y la cebolla que has picado, y cocínalos hasta que se vuelvan traslúcidos, sin permitir que se quemen.
- Añade las alitas de pollo a la sartén, sazónalas con sal y pimienta y dóralas de manera uniforme por ambos lados. Esta parte es crucial para asegurar un sabor profundo y una textura crujiente.
- Mezcla la salsa de tomate, el azúcar moreno, el orégano y el pimentón picante. Añade esta mezcla a la sartén junto con la media taza de agua, y permite que las alitas se cuezan en la salsa durante unos 20-25 minutos. Revuelve ocasionalmente para asegurar una cocción pareja y que las alitas se impregnen bien de la salsa.
Notas y Consejos
El éxito de las Alitas de pollo en salsa reside en esa mezcla perfecta entre la carne jugosa por dentro y la salsa rica y ligeramente caramelizada por fuera. Para lograr esta fusión mágica, es vital no apresurarse durante el proceso de cocción en la salsa; permitir que las alitas se cocinen a fuego lento garantiza que absorban todos esos sabores maravillosos.
Además, aunque este plato es deliciosamente sencillo, puede elevarse con pequeños toques personales. Considera añadir un poco de miel si prefieres una salsa con un toque más dulce, o unas gotas de tabasco si te inclinas por un perfil más picante.
Cuando sirvas las alitas, podrías acompañarlas con un arroz blanco sencillo o unas verduras al vapor para balancear el paladar y proporcionar una comida completa y balanceada.
Finalmente, no olvides disfrutar de cada bocado y compartir esta joya culinaria con alguien especial. Cocinar es una expresión de amor y, al compartir tus creaciones, regalas un pedacito de tu corazón.
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