Vamos a romper una lanza por nuestro patrimonio gastronómico y cocinar con un producto 100% raza autóctona, 100% nuestro. En España tenemos muchas razas autóctonas que en la mayoría de los casos pasan bastante desapercibidas, porque son razas muy locales y en algunos casos no es fácil encontrarlas fuera de su región de origen. Para que os hagáis una idea, muchas de ellas están catalogadas como razas en extinción. Así que deberíamos fomentar entre todos su consumo para que no las perdamos.
Yo hoy voy a utilizar una raza asturiana, pero os animo a que probéis una raza autóctona de vuestra región si no tenéis esta a mano, bien sea vaca, oveja, cabra, gallina o cerdo.. y ya no solo sus carnes, sino también sus quesos y embutidos. De verdad, probad productos de estas razas, porque se alimentan en sus entornos naturales, cuidadas por personas que defienden y protegen su supervivencia, cuidadas con cariño en explotaciones tradicionales que siguen usos y costumbres ancestrales, aprovechando los recursos naturales de las zonas donde están asentadas y esto amigos…. se nota.
Vamos a cocinar con la raza Asturiana de los Valles que es una carne de extraordinario sabor y con una textura muy tierna, perfecta para nuestra receta de hoy. Y no, para sorpresa de algunos… no vamos a hacer Cachopo…!!!
Lo primero a la hora de conseguir los ingredientes… es muy importante que para que no os den gato por liebre cuando busquéis una raza autóctona, sea la que sea, busquéis este sello en el comercio donde compréis la carne o si fuera el caso, el queso. En cocina casera somos solidarios con este tema y como muestra…. un botón. (que el cocinero mientras dice la última frase apunte a una esquina de la pantalla y que aparezca desde este momento el logo sobreimpreso durante el resto de la receta). Insisto, buscad comercios y productos con el sello 100% raza autóctona y no os arrepentiréis.
Con esta receta tan sencilla y espectacular, estamos ayudando a que nuestros ganaderos y sus asociaciones, que se preocupan por mantener una raza viva, lo tengan un poco más fácil. No dejemos que se extingan y busquemos productos nacionales, de nuestras razas, 100% autóctonos, con el logotipo que os he enseñado. La receta de hoy podíamos haberla hecho con carne de Retinto o Avileño que quizá os suenen, pero también con carne de Cachena, Alistana, Pirenaica, Morucha y muchas otras que están en el catálogo de nuestras razas autóctonas. Dependiendo de dónde viváis, os sonarán más unas u otras.
Lo importante, es que todos aportemos nuestro granito de arena para conservar nuestras razas. Si queréis buscar una tienda, lo más fácil es meteros en la página de la asociación de criadores de cada raza y allí suele venir un listado en dónde venden sus productos. #100x100nuestro
Ingredientes para Albóndigas de Carne de Ternera Asturiana para 2 personas
- Carne picada - 400 gramos
- Ajo - 1 diente
- Perejil fresco
- Sal - 1 pizca
- Pimienta negra - 1 pizca
- Pan rallado - 1 pizca
- Leche - 100 centilitros
- Harina de trigo - para rebozar
- Pimiento verde - 1 unidad
- Cebolla - 1 unidad
- Vino blanco - 1 vaso
- Tomate natural triturado - 2 cucharadas
Cómo hacer la receta de Albóndigas de Carne de Ternera Asturiana
- Lo primero que haremos será colocar nuestra carne picada de Ternera Asturiana de los Vallesraza en una fuente de cristal. Aquí añadiremos el resto de ingredientes para proceder a mezclarlos.
- Después picaremos el ajo y el perejil y lo añadimos a la fuente junto con una pizca de sal y pimienta negra. Removemos todo con la ayuda de un tenedor y espolvoreamos dos cucharadas de pan rallado.
- Batimos un huevo y lo añadimos a la carne, añadimos un poco de leche y volvemos a remover. Dejamos reposar para que cojan sabor todos los ingredientes durante media hora aproximadamente.
- Añadimos a un plato harina de trigo, cogemos una trozo de carne de la fuente y lo llevamos al plato con harina. Lo rebozamos y le damos forma de albóndiga con la mano y dejamos reposar en un plato. Haremos este proceso hasta terminar con la carne.
- Una vez tengamos listo el paso anterior, cortamos el pimiento en trocitos pequeños. Pelamos y cortamos muy picada la cebolla.
- Ponemos la sartén a calentar y echamos un chorrito de aceite de oliva, un par de dedos, y cuando esté caliente añadimos las bolas de carne que habíamos reservado.
- Cuando cojan color por debajo las damos la vuelta con ayuda de un tenedor, una vez hechas por las dos caras las apartamos a una cazuela.
- En la misma sartén, retiramos un poco de aceite y hacemos el sofrito: ponemos a calentar y añadimos la cebolla, el pimiento y una pizca de sal. Cuando comience a ponerse transparente la cebolla añadimos el tomate. Y cuando tenga color añadimos el vino blanco y subimos la temperatura.
- Cuando comience a hervir lo retiramos y añadimos el sofrito a la cazuela de las albóndigas.
- Colocamos la cazuela de las albóndigas en el fuego, si vemos que es poca salsa añadimos medio vaso más de vino y dejamos al mínimo unos 20 minutos. Y ya tendremos listo nuestro plato para comer caliente con un buen casero de masa madre y un rico vino tinto. ¿Se puede pedir más?
Notas y Consejos
Esperamos que os haya gustado nuestra receta y sobre todo, tengáis en cuenta el recurrir a razas autóctonas ya que así, entre todos ayudaremos a proteger nuestro entorno y a nuestros ganaderos y económica local. Que tanta calidad y tanto aportan a nuestro País.
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