Se acerca el buen tiempo (aunque no lo parezca) y el momento de ponerse en forma de cara al verano, y estamos en plena temporada de preparación para la operación bikini. Junto con el comienzo de año, la primavera es el momento en que más dietas para perder peso se empiezan, y por eso hoy te queremos desvelar cinco mitos sobre las dietas
que seguro que has oído más de una vez. Y si de cara al verano quieres perder algún kilo, no olvides que lo más importante es que combines ejercicio y hábitos saludables con una alimentación sana y equilibrada. Es decir, que comas bien, y que quemes calorías y tonifiques los músculos. El ejercicio va por tu cuenta, pero el tema de la comida lo puedes dejar en nuestra mano: en nuestro amplio recetario encontrarás todo tipo de recetas saludables explicadas paso a paso para cuidarte.
Cinco mitos sobre las dietas
Beber durante las comidas engorda, la sal engorda, el pan engorda, las grasas vegetales son “mejores” que las animales… alrededor de la alimentación hay montones de mitos y creencias de la sabiduría popular que no son verdad. Te los desvelamos.
Beber durante las comidas engorda
Lo primero que hay que tener en cuenta es qué bebes durante las comidas. El agua, como tal, no solo no engorda (no aporta ninguna caloría), sino que además tiene un efecto saciante. Si hablamos de otro tipo de bebidas, como refrescos, cerveza o vino, la cosa cambia.
La sal engorda
La sal, por sí misma, no engorda en absoluto. De hecho, no aporta ninguna caloría. Sin embargo, lo que sí hace es favorecer la retención de líquidos, lo que hace que estemos más hinchados, y además sube la tensión. Por eso se recomienda su consumo moderado, no porque engorde.
El pan engorda
Como en casi todo, depende de qué cantidad consumas. Pero el pan es un alimento completo y saludable que aporta hidratos de carbono de absorción lenta, y su consumo moderado es muy recomendable. De hecho, en muchas dietas de adelgazamiento se incluye, especialmente el pan integral, más saciante.
Las grasas vegetales son mejores que las animales
No necesariamente. De hecho, el aceite de coco y sobre todo el aceite de palma, son especialmente poco recomendables y nada saludables, ya que contienen muchísimas grasas saturadas que, con los tratamientos a las que son sometidas, se convierten en grasas trans. El aceite de palma, de hecho, ya está prohibido en varios países.