La tempura es una técnica de cocina originaria de Japón que consiste en una fritura rápida de mariscos, carnes blancas o vegetales. Aunque es una técnica sencilla y de fácil elaboración, no siempre se obtienen buenos resultados, la mayoría de veces porque los alimentos nos quedan duros, o crudos, y en otras ocasiones porque el rebozado se rompe o no llega a cubrir el alimento por completo. ¿Cómo hacer una buena tempura? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta? Si quieres conocer las respuestas quédate con nosotros. Te invitamos también a que dediques un poco de tiempo a la lectura de este otro artículo; Cómo conseguir una fritura perfecta.
La importancia de cuidar todos los pasos del proceso, desde preparar los ingredientes, hasta la masa y la temperatura del aceite, es la clave para lograr aplicar con éxito esta técnica. A continuación te ofrecemos una serie de recomendaciones que estamos seguros de que te serán de gran ayuda.
Consejos y trucos para hacer una tempura perfecta
Uno de los aspectos que caracterizan a este método de cocción es su rapidez; el alimento se debe freír lo justo para que su superficie se dore, quedando el interior jugoso y lleno de sabor. A veces ocurre que los alimentos nos quedan crudos, o acuosos, y esto suele suceder porque no se han seleccionado adecuadamente las piezas. Por tanto, para alcanzar el éxito, se hace necesaria una buena planificación.
Los productos
Debemos elegir alimentos delicados que se puedan comer de un solo bocado; verduras cortadas muy finas, calamares en anillas, trozos de pescado, gambas, etc. En el caso de verduras duras, como la zanahoria, o las vainas de judías, debemos escaldarlas previamente para restarles dureza, posteriormente debemos secarlas para quitar el exceso de agua y que no nos estropee la tempura. Verduras blandas como las setas o cebolletas no necesitan ser escaldadas previamente, pero sí deben ser laminadas finamente.
La masa
Cuando ya tenemos procesados los productos que vamos a freír, elaboramos la masa para la tempura. Para ello, rompemos con unos palillos dos yemas de huevo y las añadimos a un vaso con agua helada, lo que da lugar a la formación de una especie de crema sin uniformidad. Seguidamente, se añade la misma cantidad de harina que de agua. Si se tiene sake añadimos también un poco y mezclamos ligeramente todos los ingredientes. A continuación, ajustamos el punto de sal. Antes de añadir sal debemos tener claro el tipo de salsa que acompañará a los alimentos en tempura. Si, por ejemplo, vamos a servirlos acompañados con salsa de soja, no añadiremos sal a la tempura, ya que esta salsa tiene un importante toque salado.
La clave para obtener una masa perfecta radica en no batirla, simplemente hay que mezclarla ligeramente. Si la batimos en exceso desarrollará elasticidad y durante la fritura encogerá, pudiendo dejar al descubierto algunas partes del alimento. No os preocupéis si quedan grumos en la masa, no se apreciarán en el producto final.
La fritura
Cuando ya tenemos lista la masa, ha llegado el momento de freír los alimentos. Debemos poner a calentar abundante aceite en una sartén. La temperatura óptima para que los alimentos queden crujientes debe rondar los 200º C. Debemos introducir los productos uno a uno en la tempura y de ahí directamente a la sartén. Cuando la superficie se dore, lo que normalmente sucede al cabo de un minuto, retiramos las piezas con la ayuda de una espumadera «araña», para que escurra la mayor cantidad posible de aceite. Transferimos los alimentos a un plato con papel de cocina y dejamos que reposen unos segundos antes de servirlos, así conseguimos retirar un poco más de aceite.
Finalmente, servimos los alimentos acompañados de la salsa que hayamos elegido (soja, agridulce, romesco, etc.) Imagen:flickr/nebraskacafeterias
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