Son muchas las ocasiones y recetas en las que se necesita la piel de algĂşn cĂtrico, ya sea de limĂłn, de naranja o de cualquier otro cĂtrico. Por ejemplo para realizar arroz con leche, debemos utilizar piel de limĂłn. Es por ello que serĂa interesante saber como se debe conservar esta piel para poder disponer de ella en cualquier momento del año y en perfecto estado, Âżverdad? Pues para poder hacer esto el truco está en congelarla.
Como ya hemos comentado, la piel de la naranja o limĂłn es muy utilizada en diversas recetas, sobretodo en aquellas relacionadas con el postre como puede ser un bizcocho, cremas pasteleras, etc. Aunque tambiĂ©n se pueden utilizar en cualquier otro plato salado por ejemplo, ya que en vez de utilizar el zumo extraĂdo del cĂtrico, se puede aromatizar con la piel.
Pues bien, una de las opciones para conservar la piel de los cĂtricos o cuando queremos conservar en la reserva piel rallada que hallamos preparado anteriormente, lo que se puede hacer es secarla. Es decir, que una vez hemos rallado la piel del cĂtrico en cuestiĂłn, la debemos dejar  extendida en un lugar que haga calor, ya puede ser cerca de la calefacciĂłn o en el horno a baja temperatura, y de esta forma conseguiremos que se seque. Una vez conseguido ese objetivo podremos guardarla y conservarla como si se tratara de una especia más.
En el caso de que este mĂ©todo no nos gustara podemos hacer servir el que hemos comentado al principio, congelarla. Este mĂ©todo se utiliza sobretodo con la piel de aquellos cĂtricos que no están en temporada todo el año, pues por ejemplo, los limones frescos se pueden comprar en cualquier momento, pero aun asĂ se puede aplicar igualmente.  Bien, para llevar a cabo este mĂ©todo, el truco está en que se debe congelar la piel entera o en mitades, es decir, sin rallarla, ya que de esta manera se consigue que tenga el máximo sabor y aroma, porque al rallarla siempre se pierde un poco.
Es por ello que cuando estemos en plena temporada de naranjas y mandarinas, por ejemplo, podemos ir recaudando pieles, guardándolas en una bolsa con cierre y ponerlas al congelador.  Eso sĂ, como consejo, es mejor ingerir la piel de las frutas de producciĂłn ecolĂłgica, porque normalmente las de supermercados y grandes almacenes conllevan diversos productos quĂmicos que les echan para que brillen más o se conserven más tiempo, y no es recomendable ingerirlos. Flickr david burillo