¡Hola Cocinacas! En nuestra sección de Comer y Viajar hoy queremos enseñarte el mejor turismo y la gastronomía mallorquina para que sepas qué ver y qué comer, ya que la gastronomía es una de las partes más interesantes de viajar.
Uno de los destinos favoritos de vacaciones para españoles y extranjeros es la isla de Mallorca, considerada la perla del Mediterráneo. Es la más grande de las cinco Islas Baleares y en ella podemos encontrar historia, monumentos, arte, calas de agua cristalina y playas de ensueño, cuevas, parques naturales e incluso un aquarium y un zoo. Además, gracias a su ubicación y la influencia de diferentes culturas, la gastronomía mallorquina se caracteriza por su gran riqueza y sabores únicos.
A continuación haremos un pequeño recorrido por la isla para ver todo lo que puede ofrecernos. Incluso te propondremos una excursión muy auténtica, si te gusta la naturaleza. Y prestaremos especial atención a lo mejor de la gastronomía mallorquina, para que conozcas además de los platos típicos, muchos otros ingrendientes y productos no tan conocidos. Desearás probarlos en tu próximo viaje.
La isla mide 100 kilómetros de norte a sur, por lo que no debemos subestimarla, ni por su tamaño, ni por la cantidad de actividades que puede llegar a ofrecer a turistas y residentes durante todo el año.
Qué ver en Palma de Mallorca
La capital de la isla es una de las visitas imprescindibles. La Catedral de Mallorca es la única catedral gótica que existe a orillas del mar y es considerada como una de las más bonitas e imponentes de España. Junto a esta se encuentra el Palacio Real de la Almudaina, un antiguo alcázar musulmán y sede del antiguo reino mallorquín independiente en el siglo XIV. Actualmente es una de las residencias de la Familia Real Española durante el verano, junto al Palacio de Marivent. Este último no se puede visitar pero sí pasear por los jardines, donde se encuentran diversas esculturas de Joan Miró.
En el centro histórico de Palma puede verse alguno tramos que aún se conservan de la antigua muralla romana o la Plaza Mayor. Paseando por sus callejuelas, fíjate porque merece la pena admirar los patios de las antiguas casas señoriales. También debes pasear por el antiguo barrio judío (llamado Call en mallorquín) y el barrio pesquero, cuyo centro patrimonial es la Lonja, un edificio de mediados del siglo XIV.
Un poco más lejos del centro se encuentra el Castillo de Bellver, una curiosa fortificación construida en el año 1300. Situada en lo alto de una colina, ofrece las mejores vistas panorámicas de Palma de Mallorca, el puerto y la bahía.
Calas y Playas de ensueño
Mallorca tiene más de 50 km. de playas, muchas de ellas pequeñas calas de arena blanca y aguas color turquesa. En total son más de 260, por lo que se recomienda alquilar un coche para poder disfrutar de algunas de ellas. También merece la pena alquilar un pequeño barco para recorrerlas y disfrutarlas desde el mar.
Algunas de las más famosas, precisamente por ser impresionantes, son la playa de Formentor (900 metros de arena blanca y agua cristalina), Caló Des Moro (considerada la cala más bonita de Santanyí) o Cala Tuent (con inmejorables vistas al Puig Major, la cima más alta de Baleares).
Paisajes naturales
La Sierra de Tramuntana es el tesoro más preciado de Mallorca. Es un lugar ideal para practicar excursionismo y senderismo gracias a la agradable orografía y su maravilloso clima. Además, en plena sierra puedes encontrar el Salt Des Freud, considerada la cascasa más bonita y grande de la isla.
También merece la pena dedicarle tiempo a la Albufera, situada al norte. Fue la primera en ser declarada Parque Natural y después le siguió el Parque Natural de Mondragó y el de la Península de Llevant.
Aprovechamos este apartado para recomendarte también una excursión a Sa Dragonera, un islote situado en el extremo suroeste, separada de esta por un pequeño canal de unos 800 metros. Todos los días salen barcos para visitarla y se puede recorrer de punta a punta en un día.
Cuevas únicas
Se dice que en Mallorca hay un mundo subterráneo, y lo demuestran la cantidad de cuevas que hay. Las más bonitas, conocidas y accesibles son: las cuevas del Drach, las del Hams, las de Artá, las de Campanet y las de Génova. Pero no son las únicas.
En ellas se encuentran estalactitas milenarias, curiosas formaciones rocosas o incluso preciosos lagos subterráneos.
La gastronomía mallorquina
Mallorca es la isla más grande de las Baleares y para poder entender su riqueza gastronómica debemos decir que se divide en tres partes: la sierra de Tramontana, la sierra de Levante y la llanura entre ambas. Mientras que el cultivo de hortalizas y cereales y la cría de cerdos en el interior, se complementa con la pesca de la costa.
Con todo ello se producen elaboraciones tan populares como los embutidos, entre los que destaca la sobrasada, galardonada con el distintivo de Denominación de Origen Protegida. Y también la longaniza, con una variación en la elaboración y el sabor diferente a la que se come en el resto de comunidades.
Otras de sus especialidades son, por ejemplo, la coca de trempó, que se elabora con diferentes tipos de hortalizas, como tomate, pimiento verde, rojo y cebolla. Todo ello aliñado con aceite, vinagre y sal. También el frito, elaborado con carne, asadura, hígado y sangre cocida de cerdo, todo ello frito en aceite de oliva con cebolla, tomate, pimiento y patata. El tumbet mallorquín es un plato que se hace con capas de verduras (patata, berenjena y pimiento, principalmente) cortadas en rodajas y cubiertas con un sofrito, que se puede comer frío o caliente como primer plato o para acompañar carnes y pescados. Y no puede faltar el arroz brut, un tipo de arroz caldoso y especiado, al que se le echa productos de la huerta, carne y caza, además de embutidos locales, como la sobrasada o el butifarrón.
Siguiendo la dieta mediterránea, tampoco puede faltar el pan con aceite de oliva (DOP) y tomate. A diferencia del típico Pa amb tomàquet catalán, se utiliza otro tipo de pan y distinta cantidad de tomate. Y otro producto local, con Indicación Geográfica Protegida es la almendra. Cruda o tostada, con piel o sin ella, forma parte de la tradición gastronómica palmesana desde hace siglos.
Postres y bebidas típicas de Mallorca
Es postre o dulce más famoso de la isla es la ensaimada, que también cuenta con denominación de origen. Lo más habitual es que esté rellena de cabello de ángel, pero se pueden encontrar muchos otros tipos de rellenos diferentes. También son típicos los buñuelos de viento o las galletas saladas de Inca (quelitas).
Entre las bebidas más destacadas no puede faltar el vino mallorquín. La isla cuenta con dos regiones vinícolas con denominación de origen: Binissalem y Pla i Llevant, aunque la producción de vino se extiende por toda Mallorca. Y también el venerado licor de hierbas. Su sabor anisado se debe a la mezcla de plantas presentes en la isla, como el hinojo, el romero, la verbena o la manzanilla, así como la naranja y el limón.
Mercados gastronómicos
La mejor forma de conocer los ingredientes y productos típicos de un lugar es acudiendo a los mercados gastronómicos, donde además de encontrar el género fresco, se puede degustar. En Palma hay cuatro mercados dispuestos a ofrecer lo mejor de la gastronomía mallorquina.
Mercat de L’Olivar
Es el mercado de abastos más completo de la ciudad. Se encuentra en el centro histórico de Palma y aunque fue construido en 1951, lo remodelaron en 2003. Cuenta con dos plantas, en la baja se encuentran decenas de puestos tradicionales en los que se puede comprar la materia prima. Mientras que en la superior se encuentran los puestos de comida y bares en los que poder degustar su gran oferta gastronómica.
Los responsables del mercado ofrecen una visita guiada, en la que se puede descubrir el origen y la elaboración de las recetas mallorquinas tradicionales y que además incluye una degustación de platos típicos de la tierra.
Mercat de Santa Catalina
Es el típico mercado de abastos que en los últimos años se ha reconvertido y apostado por hacerse gastronómico. Cuenta con diversos puestos en los que se puede beber y picotear producto local y fresco (especialmente pescado y marisco).
Se encuentra en el barrio de Santa Catalina y destaca también porque además de poder comprar, ofrece servicio de entrega a domicilio e incluso a los yates atracados en la Bahía de Palma.
Mercado de San Juan
Ubicado en el edificio modernista del centro cultural y comercial de s’Escorxador, fue inaugurado en 2005. Entre sus puestos y food trucks se puede encontrar una curiosa vermoutortillería, además de especialidades thai o japonesas, fritura de pescado, hamburguesas… El mercado además tiene su propio bar y una cocina que se puede alquilar para todo tipo de actividades gastronómicas, como el anual Porc Negre Weekend, dedicado a esta raza porcina autóctona de Mallorca. También dispone de un restaurante en el que se puede disfrutar la gastronomía mallorquina y sesiones de jazz en directo.
Mercat 1930
Es el mercado gastronómico más reciente, ya que fue inaugurado en 2017. Se encuentra en pleno Paseo Marítimo y su oferta gastronómica es tremendamente variada. Apuestan por la sofisticación en los platos que cocinan, la comida vegana y saludable y la coctelería de lujo. También cuentan con espacios que se pueden alquilar para la organización de eventos gastronómicos.
Restaurantes de cocina mallorquina
Ahora que ya hemos visto cuáles son los platos más típicos, queremos recomendarte también algunos de los mejores restaurantes de la isla en los que poder disfrutar de la gastronomía mallorquina.
Mesón Ca’n Pedro es uno de los restaurantes históricos de Palma de Mallorca, desde 1976. En el se pueden degustar los platos emblemáticos de la gastronomía mallorquina, y productos frescos como carnes a la piedra, pescados y mariscos.
Arrels es otro de los restaurantes que ofrece los sabores más tradicionales de la cocina mallorquina, acompañados de toques de autor y platos en los que descubrir los sabores autóctonos.
Mientras que la oferta gastronómica de Es Rebost, está basada en ingredientes frescos y productos de máxima calidad de la isla. En su carta cuenta con tapas a la mallorquina, muchas variedades de pa amb oli, pastas y pizzas mallorquinas, además de carnes y pescados. La decoración está inspirada en materiales propios de Mallorca, como la tela de llengos o la piedra de Binissalem de algunas mesas.
La alta cocina brilla en toda la isla
Mallorca cuenta con 8 restaurantes con Estrella Michelín. Zaranda (en Es Capdellà) es el único restaurante con dos estrellas de las Islas Baleares, situado en un antiguo castillo. Con una entrella hay siete restaurantes más repartidos por la isla: Retaurante Voro (Canyamel), Andreu Genestra (Capdepera), Es Racó d’Es Teix (Deià), Maca de Castro (Port d’Alcudia), Es Fum (Palmanova) y el restaurante de Adrián Quetglas y el de Marc Fosh en Palma.
Como puedes ver, Mallorca es una isla que puede dar mucho de sí. De hecho, te recomendamos que si puedes, aproveches el viaje y te quedes como mínimo 7 días.
Si ya has estado seguro que tú también conoces restaurantes que recomendarnos o incluso algún plato que probaste y no está en nuestra lista. Cuentanoslos a través de los comentarios y también si hay alguna receta de la gastronomía mallorquina que te gustaría aprender a cocinar en casa.
También puedes contarnos cuál te gustaría que fuera la próxima ciudad que visitemos. Si es la tuya, nos encantaría ir y saber qué lugares nos recomendarías ver y, sobre todo, cuáles son los platos más típicos que nos recomiendas probar.
¡Hasta la próxima Cocinacas!
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