Pimientos de Padrón
En Cocina Casera somos amantes de los pimientos, en todas sus formas y colores, tanto es así que los hemos usado en la elaboración de numerosos platos, como nuestros pimientos del piquillo rellenos, o nuestra ensalada templada de pimientos rojos. Hoy os proponemos otra receta con esta versátil verdura, se trata de un plato sencillo, elaborado a base de los tradicionales pimientos de Padrón, que es ideal como acompañante de otros platos o como plato en sí mismo.
Dicen en Galicia que «os pementos de Padrón, uns pican e otros non» («los pimientos de Padrón, unos pican y otros no»). Quien los haya probado sabe lo certera que es esa expresión. Esta variedad, de tamaño pequeño y color variado (que puede ir desde el verde oliva hasta tonos amarillentos), es muy popular gracias a su gran sabor, y, sobre todo, a la peculiaridad que presentan algunos ejemplares de ser picantes al paladar. Aunque hay numerosas teorías para distinguir los ejemplares picantes de los que no lo son, no siempre son efectivas. Este caprichoso picor, convierte al acto social de comer esta variedad de pimiento en una especie de divertido juego en el que uno nunca sabe si el ejemplar que se va a llevar a la boca es o no picante.
Según algunos estudios, se ha comprobado que las piezas que más suelen picar son aquellas que han estado expuestas a un mayor número de horas de sol directo. También se ha visto que a menor riego se intensifica el carácter picante. En cualquier caso, desde hace algunos años se están seleccionando aquellos ejemplares que pican menos para hacer así más atractivo este producto a un amplio sector de la población. Si os gusta que piquen, debéis saber que, por regla general, los que presentan un mayor tamaño, o un color tirando a rojizo, suelen ser más picantes.
En la receta de hoy vamos a cocinarlos en abundante aceite de oliva. Si lo preferís, podéis hacerlos también a la plancha con mucho menos aceite. Si optáis por el primer método, os recomiendo que tengáis a mano una tapadera para la sartén, porque cuando echemos los pimientos a la sartén el aceite chisporrotea peligrosamente, pudiendo provocarnos quemaduras.
Vídeo de la Receta
Ingredientes [Para 2 personas]:
- Pimientos de Padrón – 250 gramos
- Sal – al gusto
- Aceite de oliva – para freír
Elaboración de la Receta
- En primer lugar, lavamos los pimientos con abundante agua y los ponemos en un escurridor. Seguidamente, los secamos uno a uno con un trapo limpio para eliminar toda el agua que podamos. Si no lo hacemos así, cuando los echemos en la sartén puede saltarnos aceite.
- Calentamos abundante aceite en una sartén.
- A continuación, añadimos los pimientos por tandas. Cocinamos, a fuego fuerte, durante unos minutos o hasta que la superficie de los pimientos comience a coger un color dorado. Durante la fritura, giramos las piezas para que se hagan uniformemente por todos lados. Es importante que, sobre todo al principio, pongamos una tapadera a la sartén para impedir que el aceite salpique y termine manchando la encimera o provocándonos alguna quemadura. Cuando los vayamos a girar, si vemos que el aceite sigue chisporroteando con fuerza, podemos apartar un momento la sartén del fuego para darles la vuelta sin peligro de sufrir quemaduras.
- Una vez que estén dorados, nos ayudamos de una espumadera para sacarlos de la sartén y ponerlos sobre papel absorbente donde dejamos que se atemperen ligeramente.
- Pasados dos o tres minutos, los pasamos a un plato, y, tras espolvorear sal por encima, los servimos.
Anotaciones y Consejos
A la hora de freírlos es importante que los añadáis enteros al aceite, sin quitarles el rabillo, ya que así podemos cogerlos fácilmente con la mano cuando vayamos a consumirlos.
Es conveniente que los comamos mientras aún están calientes.
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