La Tarta Sacher, o Sachertorte en alemán, es una tarta típica de Austria. Consiste en dos láminas de bizcocho rellenas de mermelada de albaricoque y cubiertas por una capa de chocolate que hace que esta tarta aumente su conservación. Sus orígenes se remontan a principios del siglo XIX, y su creador, Franz Sacher, la creó con la intención de deleitar a la realeza.
En Cocina Casera, hemos aportado nuestro toque a esta legendaria tarta, creando un bizcocho con tres planchas en lugar de las dos que suele llevar la receta original.
En nuestra página puedes encontrar otras recetas de tartas, como nuestra tarta fácil de tres chocolates, o nuestra tarta fácil de zanahoria y coco.
Vídeo de la receta
Ingredientes de la Tarta Sacher casera para 8 personas
Para la masa:
- Azúcar – 100 gramos
- Mantequilla – 130 gramos
- Huevos – 5 unidades
- Chocolate negro para fundir – 150 gramos
- Harina de almendras – 40 gramos
- Harina de trigo – 100 gramos
Para el relleno:
- Mermelada de albaricoque – 150 gramos
Para la cobertura:
- Chocolate negro para fundir – 200 gramos
- Mantequilla – 60 gramos
- Nata líquida – 60 gramos
- Mantequilla y harina – para untar el molde
Para el almíbar:
- Azúcar integral – 200 gramos
- Agua – 100 gramos
- Ron – 50 gramos
Para decorar:
- Chocolate negro para fundir – 100 gramos
Cómo hacer la receta de Tarta Sacher casera
- Lo primeros que vamos a hacer es fundir al baño María el chocolate para la masa. Para aquellos que no lo sepan, el baño María es un método por el que conseguimos fundir el chocolate dentro de un recipiente que está en contacto con agua caliente. Lo normal es poner un cuenco de cristal, o un cazo pequeño, dentro de una olla más grande con agua en su interior. Llevaremos cuidado de que el agua no rebose y entre en contacto con el chocolate. Calentamos a fuego suave, y removemos regularmente hasta que el chocolate se funda.
- En un cuenco grande, mezclamos la mantequilla con el azúcar. Batimos con las varillas hasta obtener una pasta cremosa.
- Cogemos un huevo y separamos la clara de la yema. Añadimos la yema a la mezcla de azúcar y mantequilla y mezclamos bien. Cuando la yema se haya incorporado a la mezcla, repetimos el proceso con el resto de huevos, añadiendo las yemas de una en una. Reservamos todas las claras en un otro cuenco.
- Una vez incorporados los huevos, añadimos al cuenco el chocolate fundido y mezclamos hasta que se integre.
- En un cuenco pequeño, mezclamos la harina de trigo y la harina de almendras. Añadimos la mezcla al cuenco donde tenemos el chocolate. Mezclamos bien hasta que las harinas se integren en la mezcla.
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Montamos las claras a punto de nieve. Una vez listas, las vertemos en el cuenco grande y realizamos movimientos envolventes para que se integren en la masa.
- Untamos con mantequilla el molde elegido, y los espolvoreamos con harina. El molde debe tener un diámetro aproximado de unos 25 centímetros. En nuestro caso hemos usado 3 moldes bajos de 18 centímetros de diámetro.
- Vertemos la masa en el molde y horneamos a 180ºC durante 10 minutos. Bajamos el termostato a 170ºC y horneamos 30 minutos más o hasta que nuestro bizcocho esté cocido. Para comprobarlo, pinchamos un palillo en el bizcocho; si al retirarlo no presenta restos de masa, nuestro bizcocho está cocido, sin embargo, si hay restos de masa, debemos prolongar la cocción un poco más. Dejamos enfriar en el molde.
- A continuación, preparamos el almíbar. En un cazo, ponemos a calentar el agua, el azúcar y el ron. Una vez disuelto el azúcar, retiramos del fuego y reservamos.
- Si habéis usado un solo molde, ha llegado el momento de cortar el bizcocho por la mitad. Colocamos una de las planchas sobre una rejilla ancha. La rejilla que suele venir con los hornos es ideal para este menester.
- Repartimos una parte del almíbar por encima de la plancha de bizcocho. Encima, ponemos la mermelada de albaricoque. Cubrimos con la otra plancha. Si habéis hecho 3 planchas de bizcocho, como en nuestro caso, tenéis que repartir la mermelada entre las dos capas. Una vez que hemos puesto la última plancha, la cubrimos con almíbar para que se empape bien. Reservamos.
- Preparamos la ganache de chocolate para cubrir el bizcocho. Derretimos al baño María el chocolate y la mantequilla. Removemos la mezcla regularmente para que se vaya formando una pasta homogénea. Una vez que ambos ingredientes estén fundidos, añadimos la nata líquida, poco a poco, mientras removemos para que se vaya integrando. Mantenemos caliente.
- Una vez tengamos lista la cobertura, ponemos la rejilla con el bizcocho sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, así, podremos recoger el chocolate que se escurra por los laterales del bizcocho.
- Vertemos la ganache sobre el bizcocho. Con la ayuda de una espátula, repartimos el chocolate por toda la superficie del bizcocho, poniendo especial atención a los laterales. Una vez repartido el chocolate, dejamos enfriar durante una hora.
- Pasado el tiempo de reposo, retiramos, con mucho cuidado, el bizcocho de la rejilla y lo colocamos sobre un plato grande.
- Por último, fundimos chocolate negro al baño María. Una vez fundido, lo extendemos, con ayuda de una espátula, sobre una bandeja forrada con papel vegetal. Dejamos que el chocolate se enfríe antes de cortarlo en trozos con la forma que deseemos. Decoramos con las láminas de chocolate nuestra tarta, pegándolas a los laterales del bizcocho.
- Una vez terminada nuestra tarta, la refrigeramos durante 3 ó 4 horas antes de servir.
Anotaciones y consejos
Es importante comenzar horneando el bizcocho a 180ºC para luego bajar la temperatura a 170ºC y terminar la cocción.
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