¡Buenas Cocinacas! ¿Cómo estáis? En el día de hoy os traemos un post diferente en el que hablaremos de técnicas de preparación y cocción de la pasta. Quizá pensabas que toda la pasta se cocina igual o que los tiempos de cocción son cuentos chinos que poco tienen que ver con el resultado final. Pues hoy te explicaremos que no es así y que conocer las técnicas para elaborar estos platos puede suponer un antes y un después en tus recetas.
Pero antes de empezar vamos a hablar de las propiedades nutricionales que te puede aportar la pasta más convencional. Este plato tradicional de la dieta mediterránea contiene un elevado aporte de hidratos de carbono, ya que en su totalidad está compuesto por harina de trigo. Sin embargo, estos hidratos son de lenta absorción por nuestro cuerpo, así que nos mantendrá saciados durante horas.
Por otra parte, el aporte de grasas es muy bajo y contiene una gran cantidad de fibra, especialmente si la pasta que consumimos es integral, una opción mucho más saludable que nos ayudará a digerirla mejor. En cuanto al contenido de minerales y vitaminas, es bastante bajo. Esto es la parte que nos hace pensar que no es un plato muy saludable que debamos consumir en nuestro día a día. No obstante, contiene vitaminas del grupo B y vitamina E, con una carga antioxidante que hay que tener en cuenta.
Por lo tanto, aunque no sea un alimento muy perjudicial para nuestra salud, siempre hay que apostar por una alimentación más completa y que nos aporte más nutrientes y vitaminas. Así que lo mejor es que dejes estos platos de pasta para ocasiones contadas y no abuses de ellos. Ocasiones especiales en las que puedes preparar este plato de Fettuccini Alfredo veganos riquísimo que encantará a toda la familia. Además, al ser una opción vegana se va a digerir mejor.
Pero si deseas una alternativa aún más healthy, puedes probar estos Espaguetis Verdes de Calabacín o Pasta verde, una forma original y saludable de consumir tus platos de vegetales como si de pasta se trataran.
Ahora sí, tras estas recomendaciones te presentamos los trucos que no te dejarán indiferente. ¡Toma asiento y apunta, porque te va a interesar!
Las técnicas que deberás seguir para mejorar tus platos de pasta
La cantidad de agua al hervir: Más es mejor
El principal error que cometemos al preparar pasta es el más fácil de solucionar: La cantidad de agua. Para que nuestros platos de pasta mejoren, lo mejor es utilizar una olla amplia y grande que permita que la pasta se expanda y no se pegue. Además, también debe cocerse en agua abundante, aproximadamente un litro por cada 100 gramos de pasta. Si no lo hacemos así, la pasta puede quedarse pegajosa y apelmazada en el fondo. ¡Así que recuérdalo y pon esta práctica en marcha desde ya!
No agregues aceite a la olla
Esta es una de las prácticas más extendidas en las cocinas, ya que pensamos que con un chorrito de aceite evitaremos que nuestra pasta se pegue. Pero lo cierto es que el efecto de añadir aceite impide una cocción correcta y uniforme.
Además, si echamos bastante aceite, la pasta puede quedar aceitosa y la salsa que echaremos posteriormente no se impregnará bien y resbalará. Por lo tanto, para evitar que se pegue tan sólo tendrás que utilizar la primera técnica que te hemos propuesto: Usar una cacerola extensa con mucha agua y cuando ésta hierva, remover la pasta durante el primer minuto. De esta forma quedará mejor que nunca. ¡Pruébalo!
Vigila las raciones
Otra de las prácticas más extendidas es hacer mucha cantidad de pasta y reservarla para los días posteriores. Pero la pasta recalentada pierde su textura, su sabor y puede llegar a secarse. Por lo tanto, lo más recomendado es siempre comer la pasta recién hecha para degustarla al máximo y elaborar las raciones justas, que suele ser de 70 a 100 gramos por persona.
No enjuagues la pasta bajo el grifo
Este es uno de los errores más habituales. Muchas personas enjuagan la pasta después de la cocción para evitar que se pegue, pero haciendo esto estaremos eliminando toda la cantidad de almidón que la pasta desprende al ser cocida. Esta sustancia ayuda a mantener la forma y la textura y hace que la salsa se adhiera correctamente a tu plato de pasta, por lo que es una opción totalmente desaconsejada.
Vigila la intensidad de la cocción: Al dente mejor
Los tiempos de cocción varían según el fabricante, los tipos de pasta y las marcas. Para ello, tendrás que fijarte siempre en el envase para tener una referencia y orientarte sobre qué tipo de pasta es. También deberás probar la pasta un par de minutos antes de lo indicado en el envase. ¡Y olvídate de tirarla contra la pared! Con probarla será suficiente.
Además, cocinar tu pasta al dente proporciona mucho más beneficios que si la consumimos pasada. Si la dejamos al dente, la pasta tendrá un índice glucémico menor, ya que los carbohidratos que hay presentes en ella no se convertirán en glucosa antes de tiempo. Esto es fundamental porque estaremos consumiendo carbohidratos de mayor calidad que tardarán más en digerirse y los niveles de glucosa procedentes de este plato de pasta tardarán más en ascender.
Por último, la pasta al dente presenta mejor textura y está mucho más deliciosa.
¿Y cuándo introduzco la pasta?
El mejor momento para introducir nuestra pasta es en el momento del comienzo de ebullición, no antes.
La sal sí, pero no antes de alcanzar el punto de ebullición
La práctica de echar sal en la olla es correcta, pero quizá estabas cometiendo el error de echarla antes de tiempo. Hay que introducirla siempre después de que el agua haya empezado a hervir, de lo contrario estaríamos retrasando la ebullición del agua y la sal perdería su esencia. Además, siempre es mejor utilizar la sal fina antes que la gorda.
Ten preparada tu salsa con el tiempo suficiente
Por último pero no menos importante, si cocer la pasta te lleva 10 minutos y preparar la salsa te va a llevar 30, no empieces a hacerlo todo a la vez. La salsa siempre deberá estar preparada antes que la pasta y nunca al revés. Esto tiene una explicación muy sencilla y es que, si dejamos la pasta reposando mucho tiempo, puede perder su textura y puede ablandarse, secarse o aplastarse. ¡Y no queremos que eso suceda!
Por lo tanto, ten siempre lista tu salsa para mezclarla con la pasta nada más sacarla de la olla y así conseguirás un plato mediterráneo de 10.
¡Esto es todo por hoy Cocinacas! Y si te has quedado con ganas de conocer más recetas no te preocupes, porque aquí te dejamos algunas muy fáciles y deliciosas que podrás hacer de vez en cuando. Pero ya sabes, debido a su composición nutricional, la pasta es un alimento que no deberíamos consumir en exceso. ¡Así que no te pases!
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¡Hasta la próxima Cocinacas!
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