Traemos un plato típico de muchos países de la zona del Mediterráneo, se trata de unos calamares rebozados, también llamados a la romana. Se suelen servir como tapa o aperitivo acompañados de unas rodajas de limón. A lo largo y ancho del territorio español, no hay bar que se precie que no ofrezca esta deliciosa preparación. En algunas zonas es también típico servirlos dentro de un bocadillo.
El calamar es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía de muchos otros países. Es muy típico prepararlo acompañado de salsas típicas de la región, así, en países como México se preparan con tabasco u otras salsas picantes, en algunas regiones de China se pican los calamares y se mezclan con diversos ingredientes como chili, sal y harina. En Perú, los calamares se sirven con yuca sancochada, salsa criolla y rocoto, que es un tipo de pimiento picante muy tradicional de la cocina peruana.
La elaboración de esta receta pasa por limpiar los calamares y cortarlos en anillas que, tras ser rebozadas, se fríen en abundante aceite. El rebozado es la clave para lograr un magnífico resultado. Para prepararlo podéis hacer uso de harina de trigo, o, si queréis aportar un extra de sabor, os aconsejo el uso de harina de garbanzos. En Cocina Casera podéis encontrar varias fórmulas para preparar distintos tipos de mezcla en la que rebozar distintos productos, podéis ver distintos tipos en nuestras recetas de aros de cebolla y de alcachofas rebozadas. Os sugiero que probéis diversas recetas hasta dar con la que más se adapte a vuestros gustos.
Si os gustan los platos elaborados con calamares en nuestra página podéis encontrar otras recetas, entre las que destacan la de calamares guisados y la de calamares en su tinta.
Ingredientes para Calamares a la Romana para 2 personas
- Calamares medianos – 2 unidades
- Huevo – 1 unidad
- Harina de trigo – 140 gramos
- Sal – al gusto
- Levadura química (polvos de hornear) – 5 gramos
- Agua – 150 gramos
- Aceite de oliva – 10 gramos
- Aceite – para freír
Cómo hacer la receta de Calamares a la Romana
- Para esta receta podemos comprar los calamares limpios y cortados en aros o podemos comprarlos enteros. Nosotros hemos preferido partir de calamares enteros, para asegurarnos la frescura del producto. Para limpiarlos, procedemos como sigue: retiramos los tentáculos con cuidado de no romper la bolsa con la tinta que hay a continuación de la cabeza.
- Retiramos también la pluma o concha, que es una lámina transparente que parece un trozo de plástico. Extraemos la boca o pico, que está situada en el centro de la base de los tentáculos. Retiramos la piel y las aletas. Le damos la vuelta al calamar introduciendo un dedo por el extremo puntiagudo que esta cerrado, el más cercano a la zona donde estaban las aletas.
- Con esta acción, podemos lavar fácilmente su interior. Tras lavarlo, lo secamos con papel absorbente y volvemos a darle la vuelta. Ya lo tenemos listo. En el vídeo que os compartimos se ve con detalle todo el proceso de limpieza y lavado del calamar, por lo que os recomiendo que lo visionéis antes de comenzar la faena.
- Una vez que tenemos los calamares limpios, los cortamos en aros de, aproximadamente, un centímetro de ancho. Si las aletas son muy grandes las podemos cortar también por la mitad.
- A continuación, cascamos el huevo, lo ponemos en un cuenco y lo batimos con un batidor.
- Vertemos en el cuenco el agua y seguimos batiendo para que se mezcle con el huevo. Añadimos la levadura química y la sal y continuamos batiendo. Seguidamente, añadimos la harina, poco a poco, mientras continuamos removiendo con la varilla para que la harina se incorpore homogéneamente y no forme grumos.
- Una vez que hemos incorporado toda la harina, vertemos en el cuenco el aceite y mezclamos para que se incorpore a la mezcla.
- Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén. Es preferible que, si lo podéis conseguir, hagáis uso de aceite de oliva virgen extra.
- Ponemos en el cuenco un puñado de aros de calamar y mezclamos con una cuchara para que se impregnen de la mezcla.
- Cuando el aceite esté bien caliente, escurrimos ligeramente unos cuantos aros y los echamos a la sartén. Es importante freír los calamares por tandas. Los cocinamos por ambos lados hasta que adquieran un bonito dorado.
- Una vez que estén listos, los retiramos de la sartén y los ponemos sobre papel absorbente. A los pocos segundos, servimos mientras aún están calientes.
Notas y Consejos
Una vez que tengáis los calamares limpios, podéis cortarlos en aros y congelarlos para tenerlos a punto para cualquier ocasión.
Es importante que a la hora de proceder a freírlos, el aceite tenga una buena temperatura, ya que si está poco caliente el rebozado lo absorberá y obtendremos unos calamares poco agradables. En este sentido, y buscando también que no se produzca una bajada muy brusca de la temperatura durante la fritura, es importante que friamos los aros de calamar por tandas.
Este plato debe ser consumido recién hecho, ya que, con el paso de las horas, el rebozado se reblandece perdiendo su característica textura crujiente.
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