La quinua se obtiene de una planta andina que surgió cerca del lago Titicaca. Domesticada por los pueblos americanos, fue uno de los principales cultivos de las regiones prehispánicas hasta que la llegada de los españoles desplazó su cultivo en pro de los cereales. En la actualidad, sigue siendo uno de los principales alimentos de los pueblos aymará y quechua. La semilla de esta planta presenta un agradable sabor y grandes cualidades nutricionales, lo que ha hecho que su consumo haya aumentado notablemente en los últimos años.
Es un ingrediente que se puede usar para preparar un sinfín de elaboraciones. En Cocina Casera, podéis encontrar numerosos ejemplos de su uso, como en el caso de nuestra ensalada de quinoa y nuestro timbal de quinoa y verduras. Algunas entidades de renombre, como la Academia Americana del Corazón o la Universidad de Harvard, recomiendan incluirla en nuestra dieta. Sin embargo, hay que dejar claro que, si bien las propiedades de la quinua son numerosas, no se trata de un superalimento, como apuntan algunas fuentes.
¿Es correcto llamarla quinoa?
En el diccionario de la Real Academia Española no encontramos el término «quinoa», sí nos aparece «quinua», a pesar de ello, el uso de la palabra «quinoa» está ampliamente extendido tanto en el lenguaje escrito como en el oral. Según la FAO, en quechua recibe el nombre de «chisiya» (grano madre).
El cultivo y expansión de la quinua
El cultivo de la quinua se extiende a lo largo de todos los países de la región de los Andes, como es el caso, entre otros, de Chile, Argentina y Colombia. Entre los años 1992 y 2010 se calcula que la producción de esta semilla se ha triplicado en los principales países productores (Ecuador, Perú y Bolivia). En la actualidad, su cultivo está en continuo crecimiento, estando ya presente en más de 70 países repartidos por todo el mundo, con una extensión estimada de unas 80000 hectáreas de cultivo.
La quinua no es un cereal
A pesar de lo que mucha gente cree, la quinua no es exactamente un cereal. La planta de donde se sacan estas semillas no pertenece a la familia de las gramíneas. En cualquier caso, y al margen de esta diferencia, la quinua puede ser usada como si de un cereal se tratase. Su cocción precisa menos tiempo que en el caso de la mayoría de cereales y legumbres, lo que la convierte en un ingrediente muy versátil con el que elaborar múltiples preparaciones.
Presenta diversos usos, desde ser cocinada como si de arroz se tratase hasta ser usada para la fabricación de harina, que puede ser empleada para elaborar diversas preparaciones de panadería o repostería. A la hora de cocinarla, debemos lavarla para no notar cierto sabor amargo.
En cuanto a su aporte de energía, según la FAO, es muy parecido al de alimentos como maíz, trigo, arroz o frijoles.
Propiedades nutricionales
La quinua destaca por presentar mayor cantidad de proteínas que la mayoría de semillas. Esta es una de las propiedades menos importante, ya que en la dieta de la mayoría de personas hay un consumo de proteínas muy superior al que marca las recomendaciones de los especialistas en nutrición. Sí resulta relevante la cantidad de fibra que nos aporta su consumo, que suele ser superior a la de la mayoría de granos.
Goza también de mayores concentraciones de grasas que otras semillas. Se trata de grasas insaturadas, cuyo consumo, según apuntan numerosas fuentes, nos aporta mayores beneficios que el consumo de grasas saturadas.
Destacar también su contenido en vitaminas, como el ácido fólico, esencial en mujeres embarazadas, y en minerales como el magnesio o el hierro.
A pesar de todas estas propiedades, y de las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón y de la Universidad de Harvard de incluir quinua en la dieta, no significa que esta semilla sea un superalimento, ni que tengan las propiedades milagrosas que le atribuyen algunas fuentes. Hay que dejar claro que la quinua no cura la diabetes o el cáncer, ni sirve para perder peso sin hacer esfuerzo alguno. Las propiedades mágicas que diversos libros y páginas webs atribuyen a este grano tiene que ver con que no contiene gluten. En cualquier caso, y como la FAO apunta, por muchas propiedades que tenga la quinua debe formar parte de una dieta equilibrada en la que no se obvien otros alimentos por motivos que poco tienen que ver con lo científico.
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