En nuestro artículo; perfumar: su significado en cocina, os contábamos que mediante el uso de esta técnica se consigue que distintos alimentos se impregnen del aroma de hierbas y especias. En esta ocasión, os vamos a enseñar distintas formas de aromatizar el azúcar.
El azúcar es uno de los grandes protagonistas en la cocina, usado para contrarrestar la acidez o amargor de algunos platos o como contrapunto de platos salados, cobra absoluto protagonismo en el campo de la repostería, donde se usa para elaborar infinidad de recetas dulces. Podemos encontrar distintos tipos de azúcar, con usos diferenciados dentro de la cocina, como preparar cremas, bizcochos, galletas, glaseados… Lo interesante de este ingrediente es que no presenta prácticamente olor, por lo que combina perfectamente con otros ingredientes con un marcado componente aromático, como es el caso de vainilla, canela, especias, cítricos,…, ingredientes de cuyo aroma el azúcar se impregna con gran facilidad.
A continuación, te mostramos lo sencillo que resulta aromatizar azúcar en casa, obteniendo así una amplia gama de aromas con los que endulzar nuestros preparaciones. Además, al aromatizarlo en casa, somos conocedores del origen de los ingredientes usados, puesto que, en muchos casos, el azúcar aromatizado comercial ha sido elaborado con esencias poco naturales.
Aromatizar con cítricos
Para ello, elegiremos cítricos como naranja, mandarina, pomelo, lima, kumquat,… Usaremos la piel de éstos, tanto en crudo como en fresco.
- En crudo. Si usamos la piel en crudo, la rallamos y la mezclamos con el azúcar. Una buena cantidad puede ser de 6 gramos de piel por cada 100 gramos de azúcar. Una vez que mezclemos con las manos la ralladura con el azúcar, pondremos a secar la mezcla, en un lugar seco, hasta que el azúcar se seque. Una vez seco, lo guardamos en un bote hermético.
- En seco. Si queremos usar la piel seca, la secamos en el horno a una temperatura de 50º C. Una vez seca, la trituramos con un molinillo de café. Mezclamos 10 gramos con 100 gramos de azúcar.
Usos. Podemos usar este azúcar para dar un toque personal a bizcochos, aromatizar un yogur, una infusión o acompañar una crema catalana.
Azúcar avainillado
Es una de las formas de aromatizar el azúcar más sencilla. Simplemente abrimos una vaina de vainilla y la introducimos en un bote con 300 gramos de azúcar. Cerramos el bote y dejamos que la vainilla impregne con su aroma todo el azúcar. Con 5 días será suficiente. Una o dos veces al día, agitamos el contenido del bote para que todo el azúcar se impregne con el aroma de la vainilla.
Usos. Se puede usar para preparar numerosos dulces, como cremas, bizcochos, crema pastelera, galletas, cupcakes, y hasta para aromatizar un cafe capuchino.
Azúcar especiado
Como en el caso del azúcar avainillado, aromatizar con especias el azúcar es muy sencillo. Por ejemplo, si queremos darle un contrapunto un poco picante, podemos usar granos de distintas pimientas. Introducimos 10 gramos de granos de pimienta en un bote con 300 gramos de azúcar. Tapamos el bote herméticamente y dejamos que pasen 5 días. Como en el caso anterior, agitamos el contenido del bote una o dos veces al día para que todo el azúcar se impregne con el aroma de la pimienta.
Usos. Este azúcar resulta ideal para usar en la elaboración de dulces con chocolate, ya que el contraste entre el sabor picante y el chocolate resulta sorprendentemente delicioso.
Azúcar a la canela
Es una de las preparaciones más usadas en repostería. Se prepara del mismo modo que en los dos casos anteriores. Introducimos un palo de canela en un bote con cierre hermético, junto con 200 gramos de azúcar. Dejamos cerrado el bote durante 5 días, y, como en el caso de la vainilla, removemos el contenido del bote una o dos veces al día.
Usos. Este azúcar es ideal para aromatizar natillas, cremas, nata montada, café…
Azúcar con frutas
Si deseamos usar otras frutas que no sean cítricos, como manzanas, plátanos, coco o piña, podemos hacerlo. Si partimos de fruta fresca, trituramos su pulpa y la ponemos a secar, durante varias horas, en el interior del horno. La temperatura no debe ser alta, en torno a los 50-60º C. Removemos la pulpa de vez en cuando para que el secado sea uniforme. Una vez que esté seca, la mezclamos a partes iguales con el azúcar, y trituramos todo en un robot de cocina. Guardamos la mezcla en un bote con cierre hermético.
Usos. Este tipo de azúcar va muy bien para elaborar almíbar de distintos sabores, aromatizar helados, bizcochos, batidos..Imagen:flic.kr/p/drkPhC Fuente:consumer,comohacerpara
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