¡Buenas Cocinacas! ¿Cómo estáis? Hoy os traemos un post en el que hablaremos de las múltiples intolerancias alimentarias que existen. Conoceremos fundamentalmente dos tipos de esta patología, los síntomas que pueden provocar y de qué manera puedes saber si sufres estas complicaciones al consumir una determinada pieza de comida. Con esta información podrás identificar ciertos patrones que pueden ayudarte en un futuro a tener una mejor salud. Y si ya eres intolerante o celiaco, deberías echarle un vistazo a nuestras Recetas sin Gluten y para celíacos donde encontrarás alimentos como churros, pizzas o bizcochos saludables que te encantarán. ¿Te interesa este tema? ¡Pues sigue leyendo!
¿Cómo se provoca la intolerancia a los alimentos? ¿Qué tipos hay?
La intolerancia a los alimentos se produce cuando tu cuerpo reacciona negativamente ante ciertos alimentos que no son asimilados, digeridos o metabolizados correctamente. Frente a las alergias provocadas por ciertos alimentos, de las que te hablamos con todo lujo de detalle en nuestra entrada Alergia a la Fruta: cómo identificarla correctamente, la intolerancia alimentaria es más difícil de detectar. Ésta sólo se presenta como una «sensibilidad» y no una alergia y los síntomas suelen ser menos claros a la hora de relacionarlos con el alimento. Hoy en día, se destacan sobre todo dos tipos de intolerancias alimentarias: la metabólica y la inespecífica:
Intolerancia metabólica
Se produce cuando el organismo no metaboliza de manera correcta el alimento debido a un déficit metabólico y se detecta mediante pruebas específicas. Por ejemplo, en el caso de la intolerancia a la lactosa, el organismo tiene un déficit, ya sea completo o parcial, de la enzima encargada de metabolizar la lactosa, la lactasa. Este proceso es el que provoca que este componente se digiera mal y produzca los posteriores trastornos digestivos. También funciona así en el caso de la intolerancia al fluten o de la fructosa.
Intolerancia inespecífica
Se producen cuando el organismo no asimila adecuadamente el alimento, independientemente de que la persona tenga buena salud o su metabolismo funcione correctamente o no. Es la intolerancia que provoca el alimento en sí y se presenta tanto en personas sanas como en no sanas, por ello, es una intolerancia muy compleja que tiene difícil diagnóstico. Este tipo de intolerancia suele depender del estado en que consumimos un alimento: Puede que seamos intolerante a una comida por su forma de cocción, de preparación o de la manera en que la consumimos.
Lo más recomendable en estos casos es dejar de consumir este alimento, si logramos identificar su intolerancia. El punto positivo es que es un tipo de intolerancia que no dura toda la vida y que con buenos hábitos alimenticios podemos erradicar o controlar en nuestro organismo.
Los síntomas de las intolerancias alimentarias
Las intolerancias alimentarias producen algunos trastornos en nuestro organismo que generalmente no son graves, pero que hay que tener en cuenta porque pueden incidir y repercutir en la normalidad de tu día a día. Estos trastornos pueden ser cutáneos, psicológicos o digestivos, entre otros. ¿Quieres saber más? Pues pon atención:
Problemas digestivos
Si consumes alimentos que te provocan intolerancia puede que presentes síntomas digestivos variados como dolor abdominal, vómitos, náuseas, digestiones pesadas, diarrea o estreñimiento.
Lesiones dermatológicas
Representan la mayoría de los casos. Suele aparecer acné, eczema, psoriais, rashes, urticaria, picor.
Alteraciones neurológicas
Puedes llegar a padecer dolor de cabeza, ansiedad, depresión, migraña, mareo o vértigo. Además, en el caso de los niños, también pueden desarrollar hiperactividad, pero de manera muy remota.
Sobrepeso y obesidad
Se ha demostrado que la eliminación de alimentos intolerantes en la dieta de una persona obesa provoca pérdida de peso. Por lo tanto, si estás en un tratamiento de adelgazamiento y notas que no avanzas en él, puede que un Test de Intolerancia Alimentaria no te venga nada mal, para saber si tienes algún tipo de problema relacionado con esto. La intolerancia alimentaria también provoca retención de líquidos, por lo que imposibilita aún más la pérdida de peso.
Alteraciones físicas
Puedes llegar a sentir cansancio, fatiga y en algunos casos extremos, llegar a desarrollar fibromialgia.
Dificultades respiratorias
Son menos comunes y pueden derivar en sufrir asma, rinitis, etc.
Cómo detectar estas intolerancias alimentarias
Hoy en día su detección se ha vuelto más fácil que hace unos años, pues existen test y pruebas que permiten conocer ciertas intolerancias. Uno de los test más destacados es el Test igG de Intolerancias Alimentarias, que se hacen en pocos minutos y que pueden detectar a qué alimentos eres intolerante. Estos tests permiten saber si eres intolerante a la lactosa o a la fructosa, por ejemplo. Sin embargo, no se ha demostrado que sea un método fiable ni científicamente riguroso.
Lo aconsejable, si crees padecer algún tipo de intolerancia, es que te hagan un estudio más profundo y que pases por el endrocrino y el alergólogo, para estar seguro de que no es cualquier otra patología.
¡Esto es todo por hoy Cocinacas! Pero antes de irnos, te queremos recomendar algo. Si quieres saber más sobre la Intolerancia a la lactosa y que te recomendemos recetas riquísimas si padeces esta patología, no te pierdas nuestra entrada. Tampoco te olvides de seguir nuestro Canal de Youtube para estar al tanto de todas las novedades healthy que te traemos.
¡Hasta la próxima Cocinacas!
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