Panecillos de espelta y lino

Panecillos de espelta y lino

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2 h y 40 m
Calorias: 260
Fácil
6 personas

Panecillos de espelta y lino

Las mucilaginosas semillas de lino aportan una maravillosa humedad a la miga de estos pequeños panecillos. Sus menos de 100 gramos de peso los hacen ideales para preparar unos mini bocadillos para los más pequeños de la casa, o como acompañante de una cena ligera a base de unos entrantes de jamón o cualquier embutido. En nuestra web podéis encontrar otras recetas con harina de espelta como nuestro pan de espelta. Así mismo, tenemos disponibles recetas de otros panes con semillas como nuestro pan semi integral con semillas.

Ingredientes para Panecillos de espelta y lino para 6 personas 6 unidades

Harina de espelta blanca - 161 gramos

  • Harina de fuerza - 161 gramos
  • Agua (incluida el agua del remojo de las semillas) - 254 gramos
  • Semillas de lino - 48 gramos
  • Sal - 7 gramos
  • Levadura seca de panadería - 2 gramos

Cómo hacer la receta de Panecillos de espelta y lino

  1. Aproximadamente 8 horas antes de empezar a amasar, ponemos en remojo las semillas con 60 gramos de agua.
  2. En un cuenco, mezclamos los dos tipos de harina junto con el agua (194 g) y las semillas. Mezclamos bien hasta que todos los ingredientes queden integrados. Tapamos con un trapo y dejamos reposar 25 minutos. Este reposo, que recibe el nombre de autolisis, hará que nos sea más fácil el posterior proceso de amasado. Siguiendo una técnica de amasados cortos, y reposos entre amasados, sin apenas esfuerzo tendremos lista nuestra masa.
  3. Pasado el tiempo de reposo, extendemos la masa sobre una superficie ligeramente aceitada, distribuimos la sal a lo largo de toda la superficie, y amasamos durante 1 minuto. Boleamos la masa (bolear significa formar una bola), la metemos en el cuenco, tapamos éste con un trapo y dejamos reposar durante 15 minutos.
  4. Pasados los 15 minutos, añadimos la levadura del mismo modo que acabamos de hacer con la sal. Amasamos 1 minuto, boleamos, metemos la masa en el cuenco, tapamos y dejamos reposar durante 15 minutos.
  5. Volcamos de nuevo la masa sobre la superficie de trabajo ligeramente aceitada. Amasamos durante 1 minuto. La masa ya debería empezar a presentar un aspecto liso y brillante. Si aún presenta un aspecto granuloso, volvemos a dar otro ciclo de amasado y reposo. Si nuestra masa tiene una superficie lisa y brillante, está lista para iniciar la primera fermentación, para ello; aceitamos ligeramente las paredes del cuenco, formamos una bola con nuestra masa y la metemos dentro. Tapamos y la dejamos fermentar hasta que doble su volumen.
  6. Una vez que la masa ha doblado su tamaño, la volcamos sobre la mesa de trabajo y la dividimos en 6 porciones de 104 gramos aproximadamente. Formamos bolas con ellas y las dejamos reposar sobre la mesa, tapadas con un trapo, durante 15 minutos. Este reposo hará que el gluten se relaje y nos sea más fácil el formado de los panecillos.
  7. Transcurridos los 15 minutos, formamos los panecillos. Para ello, cogemos una de las bolas y la aplanamos ligeramente en forma de disco. Doblamos la mitad superior del disco hacia el centro. Hacemos lo mismo con la mitad inferior. Doblamos los extremos también hacia el centro. Por último, volvemos a doblar la mitad superior pero esta vez la llevamos hasta solaparla con la mitad inferior del mismo modo que haríamos para cerrar una empanadilla. Sellamos bien la junta pellizcando suavemente. Ponemos el panecillo, con el cierre hacia abajo, sobre una bandeja de horno que previamente habremos cubierto con papel vegetal. Repetimos el proceso con el resto de porciones de masa. Dispondremos los panecillos en la bandeja bien separados entre sí para que no se toquen durante la fermentación. Tapamos la bandeja con un trapo y encima de este ponemos una bolsa de plástico. Dejamos fermentar hasta que los panecillos aumenten un poco de tamaño y se sientan esponjosos al tacto.
  8. Precalentamos el horno a 230 grados.
  9. Una vez que los panecillos han llegado al punto de fermentación óptimo, procedemos a hornearlos, para ello; metemos la bandeja al horno, justo antes de cerrar la puerta; con un pulverizador doméstico pulverizamos agua hacia las paredes del horno para crear un ambiente húmedo que permita a los panes expandirse durante los primeros minutos de horneado, bajamos el termostato a 210 grados y horneamos durante 30 minutos o hasta que nuestros panecillos empiecen a dorarse.
  10. Dejamos enfriar sobre una rejilla durante una hora.

Notas y Consejos

Si queremos obtener un sabor aún más profundo, debemos tostar las semillas en el horno antes de ponerlas en remojo. Con 12-15 minutos a 180º será suficiente. Las harinas del mismo cereal, y de distintas harineras, pueden presentar un comportamiento muy diferente, por ello, los tiempos de amasado son orientativos.

Los ciclos de amasado y reposo tienen como objetivo conseguir, sin apenas esfuerzo, una masa lisa y brillante, hecho que puede suceder antes de completar todos los pasos de la receta, en cuyo caso dejaremos de amasar, o, en otros casos, puede llevarnos un poco más del tiempo especificado.

Los tiempos de fermentación dependerán de la temperatura ambiente, por lo que estos variarán a lo largo del año. Es por ello que no nos gusta poner un tiempo de fermentación determinado en la receta.

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Jose Balandin
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