Seguro que has oído hablar anteriormente de los beneficios de la colorterapia o cromoterapia, una técnica milenaria según la cual cada color equivale a un estado de ánimo y puede potenciarlo, darle más fuerza o contrarrestarlo. Desde hace un tiempo, esta tendencia ha llegado también a los alimentos. En la colorterapia, alimentos y colores van de la mano para hacernos sentir mejor. ¿Quieres saber lo que un gazpacho, una calabaza o una ensalada verde pueden hacer por ti? Sigue leyendo.
Colorterapia en el día a día
No es ningún cuento chino: hay estudios médicos que confirman la influencia de los colores en la salud, y hace ya décadas que los colores se utilizan para conseguir distintos objetivos, desde calmar y tener menos ansiedad (por ejemplo a la hora de elegir los colores en hospitales y clínicas), a estimular y mantener el optimismo, algo que interesa mucho a las tiendas cuando vamos a comprar. Un buen ejemplo sería la ropa que elegimos: está demostrado que a la hora de vestirnos, prima nuestro estado de ánimo, tanto en el estilo como en los colores de las prendas.
Colorterapia, alimentos y colores
Otro interesante enfoque es el de aplicar la colorterapia a la comida, e ingerir los alimentos que necesitamos para sentirnos mejor, y que nuestro cuerpo funcione perfectamente.
Verde, curación y relax
Según la colorterapia, los platos en los que predomina el color verde ayudan a reducir la ansiedad, a mejorar el sueño y a sentir que tenemos más control. Es un color que desde siempre se relaciona con la curación y con la salud, y por eso, cuando nos sentimos flojos o nos cuesta dormir deberíamos incluir más alimentos verdes en la dieta. Peras, uvas, pimientos verdes, acelgas, pistachos, guisantes… ¡que no te falten!
Rojo, vitalidad y optimismo
Los alimentos rojos, como las fresas, las cerezas, las alubias rojas, el tomate, el té rojo, los pimientos rojos o la carne son fuente de vitalidad y energía, elevan la presión sanguínea y mejoran la respiración. Además, según las bases de la colorterapia, aumentan el optimismo y nos mantienen alerta.
Amarillo, energía y emotividad
Por lo general, muchos alimentos amarillos son perfectos para reponer fuerzas y conseguir energía, como por ejemplo los plátanos, la piña o el maíz. Además, suelen ser muy ricos en hidratos de carbono, minerales y vitaminas C y B. Tradicionalmente, el amarillo se asocia con la emotividad y la agudeza mental.
Naranja, felicidad y ganas de vivir
Conocido como “el color de la felicidad”, según la colorterapia el naranja ayuda a transmitirnos una sensación de felicidad. Y en los alimentos, suele indicar gran poder antioxidante y alto contenido en vitaminas A, B y C. Zanahorias, naranjas, calabazas o mandarinas son perfectos para sentirnos más felices, vitales y mejorar el buen humor.
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