Muchas veces ya se ha avisado de la presencia de mercurio en diversos pescados. La Agencia de Seguridad Alimentaria es la encargada de notificar de la presencia de este metal pesado que es muy tóxico.
El mercurio, es un metal que se encuentra de manera natural en diversos lugares, como el suelo, el agua, las plantas e incluso el organismo de los animales. Pero no solo a través de estos elementos, si no que somos nosotros, los humanos, los responsables de gran parte del mercurio que hay en la tierra. Y es que, a través de la incineración de residuos solidos, la utilización de combustibles fósiles o incluso el hecho de utilizar este metal en diversas industrias, aumentamos la cantidad de este metal.
Para que este metal llegue a los peces, es a través de la alimentación, por lo tanto los peces de mayor tamaño tenderán a tener más mercurio, debido a que son los peces más depredadores.
Efectos del mercurio
Dependiendo de la forma química en la que nos encontremos el mercurio dependerá su grado de toxicidades, y es que, son mucho más tóxicos los componentes del mercurio que el propio metal en si. Uno de los compuestos de este metal, es el metilmercurio. Según la Organización Mundial de la Salud, este componente es uno de los compuestos químicos más peligrosos que se pueden encontrar en el medio ambiente.
Los efectos que puede producir el hecho de ingerir mercurio, es que afecta a algunos órganos como los riñones, el hígado y los órganos reproductivos, además de afectar también a algunos sistemas, como puede ser el sistema nervioso.
Pero sobretodo, el peor efecto tóxico es el neurotóxico, es el de mayor riesgo. Esto se debe a que el desarrollo neuronal es considerado un problema de salud pública de mayor importancia, y si se expone en período de embarazo, es mucho más sensible.
Sin duda, el hecho de que haya mercurio en diferentes tipos de pescado es un problema. Y es que, en un estudio reciente, se ha demostrado que el 20% de las muestras que se han analizado superaban los límites aceptables de este metal. Es por ello que la Comisión Europea y los Estados miembros han acordado hacer unas recomendaciones de consumo debido a este problema.
Variedad en el pescado
Para poder llevar una alimentación sana es imprescindible incluir el pescado en nuestra dieta. Tanto el pescado como el marisco son muy importantes a la hora de tener una buena salud cardiovascular. Y no solo para eso, si no que también es muy importante para el desarrollo embrionario y que los niños tengan un buen crecimiento, y es que el pescado aporta vitaminas como la A, D o B12 además de selenio y yodo.
Pero una de las claves para establecer una buen dieta, también se basa en la variedad. Sin duda, hay que comer diversos tipos de pescado, aunque, por supuesto, hay algunos que deben ser evitados, sobretodo por aquellos colectivos que pueden ser más sensibles a los efectos negativos de dicho metal que hemos comentado anteriormente. Para ello a continuación damos unos consejos para escoger los diversos tipos de pescado:
- Hay que escoger los pescados más pequeños, no predadores, ya que estos no habrán sido tan contaminados.
- Un adulto sano no debe comer más de una vez a la semana los pescados predadores, ya que estos son una fuente de mercurio. Estos son, por ejemplo, el pez espada, el atún, lucio, el emperador, etc. Estos pueden tener grandes cantidades de metilmercurio.
- Por ello es importante alternar los comentados anteriormente con los que estén menos contaminados.
- Las mujeres embarazadas (o que quieran estarlo) y los niños no deberían comer pescados de gran tamaño.
Créditos Fuente:ocu.org Imagen:flickr/sporkist
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