Sustancias Añadidas a los Alimentos que incitan a comerlos
Muchas veces cuando percibimos algún tipo de olor de algún alimento, inmediatamente se nos despierta el apetito y empezamos a salivar, queriendo comer lo que sea que huele tan bien. Esto tiene una explicación, y Michael Pollan lo explica en su libro «Cocinar, una historia natural de la transformación» Este hecho se debe a que los alimentos de alto contenido calórico, cuando se cocinan liberan una serie de sustancias que resultan irresistibles a la mayoría de animales. Es el instinto el que nos indica y nos lleva al lugar donde proviene esa olor y por lo tanto donde se encuentra la comida, la cual tiene un montón de calorías. Por eso, muchas veces nos paramos ante el irresistible olor de una pizzería o hamburguesería.
Pollan afirma que «La comida ha sido manipulada de formas muy inteligentes para que sea adictiva y se muy difícil dejar de comer» Para esta actividad se utilizan términos como «adictividad», «Blitz point (explosión de sabor), o snackbility (cuando algo es apetecible para picotear) «Están trabajando en crear comida que no podamos parar de comer, y saben como hacerlo, básicamente mezclando sal, azúcar y grasa»
Esta mezcla hace a los alimentos irresistibles. Tal como dice Michael Moss, el procesamiento de los alimentos está pensado para darnos «una sensación de bienestar, al activar mecanismos cerebrales que nos hacen dependientes»
Pero ya no solo la industria alimentaria utiliza esos tres ingredientes, sino que han añadido sustancias que activan los instintos más profundos e incitan a comer más y más. A continuación nombramos las cinco sustancias más peligrosas, que a parte de incitar a ingerir más son poco saludables.
- Nitrito de sodio: Un ejemplo donde se utiliza esta sustancia es en el bacon, este alimento tiene un olor muy atrayente cuando se pasa por la sartén, y eso es debido a esta sustancia. Esta, es un tipo de sal que se utiliza como conservante y para fijar sus colores. Su uso esta justificado ya que impide el crecimiento de bacterias esporogenas, las cuales producen el botulismo. Pero hay que utilizarla en dosis adecuadas ya que el nitrato de sodio también libera nitrosaminas, un compuesto cancerígeno. Se utiliza en conjunto son otras sales, y la combinación se llama «sales de curado» El olor que genera es muy atractivo y despierta el hambre, esto se debe a que resalta el umami, denominado como quinto sabor.
- Diacetilo: Se trata de un producto natural que se origina en la fermentación pero se añade de manera artificial en algunos alimentos y su sabor es parecido al de la mantequilla. Se encuentra en la mayoría de margarinas, aceites, palomitas y snacks. Los aromas que desprende pueden provocar el conocido «pulmón de palomita» o bronquiolitis obliterante, enfermedad que ya han padecido muchos trabajadores de fábricas de palomitas.
- Cafeína: Esta sustancia es muy conocida y es la más consumida en el mundo, y aunque si se ingiere de manera moderada puede tener beneficios, puede resultar muy adictiva. La constante exposición a ella hace disminuir la secreción de la propia sustancia estimulante que tiene nuestro cerebro, llamada norepinefrina, con lo cual tenemos que buscar este estímulo de manera externa.
- Acrilamida: Este es el resultado de un proceso complicado que se da cuando se calientan alimentos a muy alta temperatura. El resultado de esto es una serie de moléculas que aportan sabor y aroma a los alimentos, además de ser muy adictivas. Concretamente, la acrilamida otorga el color marrón de la costra de la carne, corteza de pan o de las patatas fritas. Según la OMS es probablemente una sustancia cancerígena para los humanos. Esta puede aparecer mientras cocinamos en casa, aunque es más común en productos procesados como snacks, pan tostado o galletas.
Créditos: Fuente elconfidencial.com Foto-flickr:kurmanphotos
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