Hay muchos leyendas y falsas creencias en lo referente a los supuestos efectos afrodisiacos de diversos ingredientes. Sin embargo, una reciente investigación parece arrojar luz sobre este asunto, aportando interesantes conclusiones. Hoy, en Cocina Casera, os compartimos los resultados de esta investigación despejando así los mitos de los alimentos afrodisíacos.
A pesar de que durante décadas se han usado numerosos alimentos por sus supuestas propiedades para aumentar el deseo sexual, la ciencia no ha encontrado una relación entre su consumo y un aumento de la líbido.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Guelph, capitaneados por el profesor Massimo Marcone, han llegado a la conclusión de que no hay evidencias científicas que avalen los supuestos beneficios sexuales que el consumo de ciertos alimentos tiene sobre el apetito sexual. El estudio se ha centrado en intentar buscar una sustancia natural con propiedades parecidas a la que presentan compuestos químicos como el sidenafil, presente en la conocida Viagra, o el talalafil, ambos usados en la actualidad para tratar la disfunción eréctil. Hay que aclarar que estos medicamentos no mejoran la líbido, simplemente mejoran la erección del pene sin efecto alguno sobre el deseo sexual. Además, son compuestos con importantes efectos secundarios.
Después de analizar numerosos compuestos naturales, el equipo del profesor Marcone llegó a la conclusión de que las únicas sustancias naturales que pueden aumentar el deseo sexual son el ginseng, utilizado de manera tradicional por la medicina china, y el azafrán, que ha demostrado tener efectos en el rendimiento y la estimulación sexual.
Esta capacidad de potenciar la líbido fue también descubierta en la yohimbina, un alcaloide contenido en el Yohimbe, planta africana con poderosos efectos psicoactivos.
En experimentos llevados a cabo con animales se ha visto que ingredientes como el clavo, el jengibre o el ajo han provocado un aumento del impulso sexual.
El chocolate, considerado como uno de los grandes afrodisiacos naturales, ha sido también fruto de estudio. En este caso los científicos tampoco han encontrado evidencias de su supuesto efecto sobre la activación sexual. Según Marcone, algunas personas pueden experimentar una reacción frente a algunos componentes del chocolate, como la feniletilamina, compuesto al que se le atribuye un efecto sobre los niveles de endorfinas y serotonina del cerebro.
En lo referente al alcohol, utilizado ampliamente por la población por su efecto desinhibidor, sí ha demostrado ser efectivo a la hora de incrementar el deseo sexual, sin embargo, como contrapartida, dificulta el rendimiento.
A pesar de las conclusiones del estudio, los investigadores se muestran cautelosos y señalan la necesidad de seguir llevando a cabo investigaciones que permitan entender mejor los efectos que su consumo puede provocar en el ser humano confirmando así su seguridad y efectividad.
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