La congelación se puede aplicar sobre numerosos alimentos. En nuestros artículos; aprende a congelar uvas, y aprende a congelar berenjenas, os dábamos algunos consejos para congelar ambos productos. Hoy nos toca hablar del salmón ahumado, que es uno de los productos estrella de la Navidad. Este alimento se conserva en buen estado durante unos pocos días, perdiendo cualidades con el paso del tiempo. En ocasiones, hacemos acopio de gran cantidad de salmón, para que no nos falte en los días señalados de las fiestas navideñas. Cuando pasan, podemos vernos en la tesitura de no saber qué hacer con ese salmón que ha sobrado. Hoy, en Cocina Casera, os vamos a dar una serie de consejos para poder alargar su conservación a través de la congelación, porque, para quien no lo sepa, es posible congelar salmón ahumado.
Además de conservar durante más tiempo este producto, la congelación nos permite aprovechar los días en los que hay precios más asequibles. Todos somos conocedores de las prácticas de los comercios cuando se aproximan las fechas navideñas. Los días previos, y durante la Navidad, los precios de los productos se disparan, pudiendo llegar a alcanzar precios desorbitantes si los comparamos con los precios en otras épocas del año. También abundan en Navidad distintos precios para un mismo producto, pero hay que tener en cuenta, que, a veces, lo barato sale caro, y que, en demasiadas ocasiones, la calidad y el precio van de la mano. Por ello, aplicando la congelación, podemos comprar varias semanas antes de la Navidad salmón ahumado de muy buena calidad a un precio muy por debajo del que irá adquiriendo a medida que se acerque la mencionada fecha.
Las propiedades del salmón ahumado se mantienen prácticamente intactas si lo congelamos. Para ello, debemos sacar los delgados filetes del paquete original en el que se comercializa y formar paquetes más pequeños que podemos envolver en film de cocina. De este modo, podemos hacer uso de ellos cuando lo deseemos, extrayendo del congelador pequeñas cantidades. Incluso, se puede poner film de cocina entre lámina y lámina, para luego formar paquetes con varios filetes. De este modo, podemos extraer láminas individuales, ya que, si no ponemos film, será imposible separar las láminas una vez que se hayan congelado. Si lo intentamos, por tratarse de un producto de corte fino y delicado, acabarán rompiéndose. La cantidad de filetes por paquete dependerá del uso que se le vaya a dar una vez descongelado.
Si el salmón ahumado lo vamos a congelar en forma de filetes más gruesos o rodajas, procedemos del mismo modo, poniendo un trozo de film de cocina entre cada filete, o envolviendo las rodajas por separado.
Es conveniente anotar la fecha de congelación, ya que debemos consumir el salmón ahumado a lo largo de los dos meses siguientes a su congelación.
Llevaremos cuidado para no romper la cadena de frío del alimento, puesto que los cambios de temperatura puedan mermar la calidad del producto. Del mismo modo, no congelaremos el salmón que haya estado fuera de la nevera durante más de dos horas.
Cuando queramos hacer uso de algún filete, lo sacaremos del congelador la jornada previa, poniéndolo a descongelar lentamente en la nevera para evitar cambios bruscos de temperatura que pueden alterar el sabor y propiedades del producto. Fuente:hogarutil.com
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