El agua es vida, y nuestro cuerpo necesita mantener en todo momento un adecuado estado de hidratación, por ello, se hace necesario consumir este preciado elemento, ya sea en su estado natural o a través de los alimentos que lo contienen. Esta necesidad aumenta en épocas de calor, especialmente en personas que llevan a cabo una importante actividad física. Si descuidamos su ingesta podemos ver mermadas nuestra capacidad física y mental. Si en entradas anteriores os hablábamos de algunos mitos sobre el agua, y del efecto del consumo de aguas duras, en la entrada de hoy vamos a centrarnos en cuál es, para los expertos en nutrición, la cantidad de agua que hay que beber al día. No te pierdas esta interesante información, porque está en juego algo tan importante como nuestra salud.
Aunque la mayoría de gente dice estar al tanto de la importancia de una adecuada ingesta de agua, según el estudio «Hábitos de Vida en España», 9 de cada 10 personas encuestadas beben menos agua de lo que deberían, dicho de otro modo, un 90% de los españoles están deshidratados. Una hidratación inadecuada puede llegar a tener consecuencias dramáticas sobre todo durante los meses de verano, época en la que es habitual leer en los periódicos casos de personas que han sufrido golpes de calor, siendo los más afectados los ancianos y los niños. Un dato: durante este verano han fallecido en España un total de 20 personas por golpes de calor.
¿Cuánta agua hay que beber a diario?
Los expertos recomiendan beber al día un promedio de entre 30 y 35 mililitros de agua por cada kilo de peso corporal, esto supone que una persona de 70 kilos debe beber entre 2 y 3 litros de agua al día. Esta ingesta debe ser ajustada en base a diversos parámetros ambientales, como la temperatura o la humedad, debiendo aumentar la ingesta en épocas de calor, ya que la transpiración corporal es mayor.
Si, como ya hemos mencionado, practicamos ejercicio o nuestro trabajo exige actividad física continua, también debemos tenerlo en cuenta a la hora de hidratarnos. En verano se recomienda que la ingesta de agua se sitúe en torno a los 8 mililitros de agua, cada hora, por kilo de peso corporal, esto significa que en ambientes con elevada temperatura nuestro cuerpo puede llegar a necesitar 4 ó 5 litros de agua al día para gozar de un buen estado de hidratación.
¿Solo agua en estado líquido?
Con el agua se pierden también electrolitos, lo que se intensifica aún más durante la práctica de ejercicio físico. Por tanto no solo hay que reponer el agua, si no también los minerales y otros nutrientes que nuestro cuerpo va consumiendo. Por tanto, no solo debemos beber agua, si no que una parte de ella la debemos obtener de verduras y frutas, alimentos ambos que nos aportan importantes nutrientes, como vitaminas y minerales. También podemos consumir cremas, zumos, ensaladas y otras elaboraciones, pero dando prioridad al uso de verduras y frutas.
A la hora reponer el agua y los electrolitos puede resultar una buena opción consumir aquellas bebidas que han sido especialmente diseñadas para los deportistas, ya que son muy eficientes para prevenir estados de deshidratación y evitar la fatiga. A pesar de sus propiedades, estas bebidas no deben sustituir al consumo de agua, pudiendo ser usadas en situaciones puntuales de pérdida excesiva de electrolitos, como suele suceder durante la práctica de deporte.
Si llevamos a cabo una alimentación equilibrada, que dé prioridad a las verduras y frutas, y bebemos entre 2 y 3 litros de agua al día, nuestro cuerpo gozará de un buen estado de hidratación.
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