¡Hola Cocinacas! ¿Sabías que el rooibos no es un té? Popularmente se denomina así, pero en realidad en una infusión. Sus propiedades la convierten en una bebida muy beneficiosa para la salud y en la cocina ha demostrado ser excelente ingrediente con el que realzar sabores. A través de esta lectura descubrirás por qué el rooibos se ha hecho tan popular en los últimos años.
El rooibos no procede de la Camellia Sinensis, la planta del té, si no de un arbusto procedente de Sudáfrica. Y, además, este no tiene teína, cafeína o cualquier otro estimulante. Estas son las principales diferencias entre las dos bebidas. Sin embargo, ambas son consideradas alimentos que se pueden utilizar en la elaboración de múltiples platos. Aquí puedes ver algunos de los usos del té en la cocina, mientras que los del rooibos son diferentes.
La palabra rooibos significa arbusto rojo en Afrikáans, ya que cuando cortan las hojas verdes de la planta y se dejan oxidar y secar al sol, adquieren el característico tono rojizo. Debido al tono rojizo, a veces el rooibos se confunde con el té rojo o Pu-erh, aunque sus propiedades son diferentes.
El arbusto se caracteriza por sus hojas alargadas, en forma de aguja, y crece en las secas montañas Cederberg y Sandveld, en Sudáfrica.
En realidad las hojas de rooibos se dividen dos grupos: los de hoja verde y los de hoja roja (de ahí que existan dos tipos de rooibos). Como hemos comentado antes, el rooibos rojo se obtiene por el proceso de fermentación y exposición al sol. Dicho proceso le otorga una pigmentación ámbar. Mientras que la pigmentación del rooibos verde se obtiene cuando las hojas no pasan por el proceso de secado y fermentación. Por conserva su color natural verde claro. Este tipo de rooibos posee más antioxidantes y suele ser fusionado con otras hierbas para potenciar su sabor.
Parte de su gran auge se debe a su sabor dulce y aroma suave así como, a sus grandes beneficios de los que hablaremos a continuación.
Propiedades nutricionales del rooibos
El rooibos es rico en contenidos minerales. Posee hierro, calcio, potasio, manganeso, cobre, magnesio y zinc. También es rico en vitamina C.
El arbusto del rooibos es la única fuente conocida a día de hoy de aspalatina, un flavonoide con potentes efectos antioxidantes. Además, es rico en polifenoles, unas sustancias químicas orgánicas con una gran capacidad antioxidante y que tienen propiedades antiinflamatorias, antivirales y anti mutagénicas. Estos compuestos fenólicos protegen al cuerpo de los radicales libres que pueden causar cáncer y enfermedades cardíacas.
Por otra parte, al no tener cafeína ni teína, es apto para ser tomado a cualquier hora del día. También pueden tomarlo niños, mujeres embarazadas y durante la lactancia materna (en estos casos no se recomienda superar las tres tazas al día), personas hipertensas e incluso aquellas que tienen cálculos renales debido a la ausencia del ácido oxálico.
Beneficios para la salud
El rooibos es una bebida que posee un 0% de teína y un 0% de calorías, lo que la convierte en una de las bebidas más saludables.
Es excelente para personas con insomnio y para aquellas que deseen perder peso. Su sabor es un poco dulzón, por lo que no será necesario edulcorarlo. Se puede tomar caliente o frío, siendo este último muy útil para quitarte la sed después de hacer ejercicio.
Su acción antioxidante (especialmente el rooibos verde) combate los radicales libres y retrasa el envejecimiento. Resulta beneficioso para enfermedades inflamatorias de todo tipo, mejora el funcionamiento de nuestro sistema inmune y previene las enfermedades cardiovasculares, así como la osteoporosis.
También es conocido por aliviar el estrés, la tensión nerviosa y las condiciones hipertensivas.
Posee acción antihistamínica, de gran utilidad ante alergias. Estas mismas contribuyen al tratamiento de enfermedades dermatológicas. Además, mantiene los dientes y boca en buen estado de salud, al igual que las uñas y el cabello.
Está indicado en casos de gastritis y cólicos en el estómago, sobre todo de bebés y niños. Mejora las funciones digestivas, ayuda a prevenir el estreñimiento, a regular la diarrea, e incluso a eliminar el exceso de líquidos en el organismo.
Usos del rooibos en la cocina
Además de ser una infusión con un sabor muy agradable, se puede emplear como ingrediente en algunos platos, tanto salados como dulces.
Uno de los usos en la cocina más habituales es emplear el rooibos para ablandar la carne (por ejemplo la de caza) y darle más sabor. También se emplea como sustituto del agua en los guisos para que estos salgan más sabrosos, con la carne más tierna y con mejor color.
Un truco que emplean en la alta cocina es utilizar rooibos para ablandar las legumbres, como los garbanzos o las alubias, y que estas absorban el sabor del rooibos.
Por otra parte, también se emplea en la elaboración de mermeladas y confituras caseras. A la hora de hervir la fruta, se añade unas cucharadas de rooibos y este potenciará el sabor de las frutas. También se puede mezclar con chocolates, fresas, naranjas y especias, como el cardamomo.
En cualquiera de estas elaboraciones, se debe tener en cuenta que el rooibos se añade al principio de la cocción. Esto es al contrario que el té, que se incorpora al final del guiso para que no deje el sabor amargo que adquiere el té cuando se infusiona demasiado.
Por último, también puedes ver que algunos cócteles llevan rooibos. Es considerado un ingrediente muy versátil, infusiona y combina a la perfección con otros ingredientes y bebidas.
¿Has probado alguna vez el rooibos como infusión o ingrediente en alguna de tus elaboraciones? Cuentanoslo a través de los comentarios y también si te gustaría que publiquemos alguna receta con rooibos.
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¡Hasta la próxima Cocinacas!
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