La salsa de tomate para pasta es una de las preparaciones básicas en las cocinas de medio mundo, siendo la base de numerosos platos, y sirviendo, además, como punto de partida de otros tipos de salsas. En Cocina Casera os hemos enseñado a preparar numerosas recetas de salsas, como es el caso, entre otras, de la romesco o la barbacoa. Si queréis ver muchos otros ejemplos os invitamos a que hagáis uso de nuestro buscador.
En la receta de hoy, os vamos a enseñar a preparar una salsa de tomate aromatizada con albahaca, una elaboración que resulta ideal como acompañante de todo tipo de platos de pasta. Su elaboración es igual que la de una salsa de tomate clásica, con la principal salvedad de que en este caso hemos incorporado albahaca, una hierba aromática cuyo sabor casa a la perfección con la pasta. Podéis prepararla en casa fácilmente, obteniendo un producto que supera con creces a cualquier versión comercial.
Ingredientes de la Salsa de Tomate para pasta Para 4 personas
- Tomate – 800 gramos
- Dientes de ajo – 3 unidades
- Aceite de oliva – 3 cucharadas grandes
- Albahaca – 3 ramitas
- Sal – al gusto
- Pimienta negra – al gusto
- Azúcar – 1 cucharada pequeña
Cómo hacer la receta de Salsa de Tomate para pasta
- En primer lugar, pelamos los dientes de ajo y los picamos finamente o los aplastamos con la ayuda del prensador.
- Retiramos el tallo a las ramitas de albahaca y picamos sus hojas finamente.
- Ponemos a calentar abundante agua en una olla.
- Mientras tanto, y con la ayuda de un cuchillo afilado, hacemos un corte en forma de cruz en la parte superior de los tomates.
- Cuando el agua rompa a hervir, introducimos los tomates y los escaldamos durante uno o dos minutos. El tiempo de escaldado dependerá del tamaño de las piezas.
- Ponemos cubitos de hielo en un cuenco amplio y vertemos agua fría.
- Pasado el tiempo de escaldado, retiramos los tomates con la ayuda de una espumadera y los colocamos en el cuenco con el agua fría para detener la cocción.
- A continuación, retiramos la piel y cortamos las piezas en trozos medianos.
- Calentamos aceite de oliva en una olla y añadimos los dientes de ajo y las hojas de albahaca. Rehogamos durante un par de minutos llevando mucho cuidado para que el ajo no se queme, ya que, si esto sucediese, aportaría un sabor amargo a la salsa.
- Seguidamente, incorporamos los tomates troceados, la pimienta, la sal y el azúcar. Removemos y cocinamos, a fuego medio, durante un tiempo aproximado de 30 minutos o hasta que el contenido de la olla se haya reducido más o menos a la mitad.
- En ese momento, pasamos los ingredientes a través de un pasapurés para obtener una textura más fina. En este punto ya podemos usar la salsa, pero hay quienes prefieren depurarla más. Si es tu caso, aplica los pasos siguientes.
- Tras pasar la salsa por el pasapurés la filtramos con la ayuda de un colador de malla fina, con ello conseguimos retirar las semillas.
- Vertemos de nuevo la salsa en la olla y la cocinamos, a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que adquiera la consistencia que deseemos.
- Retiramos del fuego y usamos de inmediato o vertemos en un recipiente con tapa y dejamos enfriar antes de refrigerar para usar más adelante.
Anotaciones y Consejos
Para obtener una salsa de calidad os recomendamos que compréis tomates en un buen punto de maduración, ya que así lograréis una salsa con un magnífico color rojo, llena de sabor y aroma.
Esta salsa se puede preparar en conserva para tenerla lista en cualquier momento. Podemos aprovechar el verano, que es la temporada de abundancia de tomates, para elaborar gran cantidad de botes de salsa de tomate y almacenarlos para disfrutar de ellos durante el resto del año. Aunque en la actualidad se pueden encontrar tomates durante todo el año, el sabor y aroma de los ejemplares que son cultivados durante su estación natural es muy superior a los tomates cultivados en invernaderos fuera de temporada.
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