¡Hola Cocinacas! En nuestra sección de Comer y Viajar te enseñamos el mejor turismo y la gastronomía de la ciudad que visitamos para que sepas qué ver y qué comer, ya que la gastronomía es una de las partes más interesantes de viajar.
Nos encontramos en Barcelona, la capital cosmopolita de Cataluña, al noreste de España. Abierta al mar Mediterráneo, es una de las ciudades más turísticas del mundo. Especialmente conocida por su arquitectura y su gastronomía.
Para poder visitarla tranquilamente, nosotros te recomendamos que vayas como mínimo 3 días. Descubre Barcelona a través de su historia, su cultura, sus tradiciones, su gente… Nosotros te mostraremos algunos de los lugares imprescindibles que tienes que visitar y los platos más típicos que probar. Pero ten en cuenta que Barcelona puede ofrecerte un sinfín de actividades, en función de tus gustos.
La Ciutat Vella
Cada ciudad tiene su propia historia y es necesario conocerla un poco para poder entender lo que vemos. Descubre Barcelona a través de ella, mientras recorres sus calles.
A Barcelona también se la denomina Ciudad Condal debido a que en el siglo IX el norte de Cataluña fue una tierra de condados. Sin embargo, su historia no se remonta a ese siglo si no mucho más atrás. Paseando por el Barrio Gótico encontraremos restos del asentamiento romano que llamaron Barcino, en el s. I a. C. Aquí comenzó todo.
Sobre los restos de la Barcino romana, se impuso la Barcelona medieval, considerada como una de las épocas de mayor esplendor. Durante los siglos XV al XVIII, la ciudad se convirtió en centro económico, político, cultural y social del mediterráneo occidental. Prueba de ello se encuentra en el Barrio Gótico, uno de los cuatro barrios que constituyen la Ciutat Vella (ciudad vieja en catalán).
El Barrio Gótico
Sus estrechas calles peatonales y sus plazas escondidas lo convierten en uno de los barrios con más encanto. En él se encuentra uno de los símbolos de la ciudad, la Catedral de Barcelona.
También conocida como La Seo (pronunciado Seu), La Catedral de la Santa Cruz y la Santa Eulalia comenzó a construirse sobre una antigua iglesia románica en el siglo XIII y no se vio finalizada hasta el siglo XX. Es un claro ejemplo del gótico catalán, alejado de la verticalidad del francés, aunque la fachada principal y la torre fueron construidas bajo la influencia del estilo neogótico.
Muy cerquita, también podemos ver el famoso puente que cruza la calle Bisbe, construido en 1928. Al final de esta misma calle nos encontraremos con la Plaza Sant Jaume, conocida porque en ella se encuentra el Palacio de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona. Como curiosidad, aunque esta plaza data de la época medieval, fue también el Forum Romano en el que se encontraba el Templo de Augusto.
El Barrio Gótico también tiene muchas plazas escondidas y que merecen ser encontradas. Una de las más emblemáticas es la Plaza Real. Fue construida en el siglo XIX, sobre un antiguo convento de los capuchinos, con el fin de enaltecer a la monarquía. Se encuentra muy cerca de La Rambla y es especialmente conocida por sus palmeras y la Fuente de las Tres Gracias. También por su bullicio, sobre todo por la noche, ya que bajo los porches se encuentran bares, restaurantes y algunos de los locales nocturnos más frecuentados de la ciudad.
También te recomendamos que busques la Plaza de Sant Felip Neri, un rincón imprescindible y abrumador. Es muy silenciosa y aún pueden verse en la fachada de la iglesia barroca, las marcas del bombardeo que sufrió en 1938.
Merece la pena perderse entre las calles colindantes hasta adentrarse en el antiguo barrio judío llamado El Call (calle pequeña o callejón). De todas las comunidades judías que habitaron en España, la de Barcelona fue una de las más grandes y poderosas. Actualmente solo podemos encontrar los restos de una de las cinco sinagogas que hubo originariamente. Está en la calle Marlet y es considerada como una de las más antiguas de Europa.
La Rambla de Barcelona
Hacia la parte derecha del Barrio Gótico nos encontraremos La Rambla, la calle más famosa de Barcelona. Es un paseo de poco más de un kilómetro que conecta Plaza Cataluña con el Maremagnum, el antiguo puerto de la ciudad. Siempre se encuentra muy concurrida por turistas y artistas callejeros, con bares y tiendas a ambos lados. De ella queremos destacar un tramo de la calle conocida como La Rambla de las Flores. Está repleta de puestos de flores y plantas y también porque es donde se encuentra el Mercado de la Boquería.
Abrió sus puertas en 1840 y es el mercado municipal más famoso de la ciudad. Se ha convertido en una atracción turística, entre otras cosas por su ubicación. Cuenta con más de 300 puestos en los que se puede comprar todo tipo de productos gastronómicos.
Si continuamos bajando la calle, también nos encontraremos con el Teatro del Liceu. Ha sido desde 1847 el escenario de las obras más prestigiosas, interpretadas por los mejores cantantes del mundo. Sigue activo y es considerado como uno de los más importantes a nivel mundial.
Y ya en la parte final de La Rambla, antes de llegar al mar, se encuentra el Monumento a Colón. Tiene 60 metros de alto y también hace de mirador.
El Born y La Barceloneta
Si desde el Barrio Gótico cruzamos al otro lado, el izquierdo, por Vía Layetana, llegamos al Barrio del Born. Es también medieval, aunque a día de hoy se sigue respirando el aire bohemio que adquirió cuando los artistas se instalaron allí durante el siglo XX.
El principal símbolo de este barrio y emblema del estilo arquitectónico gótico catalán es la Basílica de Santa María del Mar. Fue construida en el siglo XIV, en tan solo 55 años. Es majestuosa y merece la pena hacer la visita guiada, ya que las vistas desde las azoteas son privilegiadas y su historia no te dejará indiferente. Y es que, aunque cuesta creerlo, en el momento de su construcción, este barrio que por entonces era marinero, se encontraba a escasos 50 metros de la playa.
Otros lugares que debemos aprovechar para visitar son el Palau de la Música Catalana, el famoso Museo Picasso (en el que se encuentran más de 4000 obras del autor) o el antiguo Mercado del Born, actualmente transformado en centro cultural.
Detrás de este último se encuentra el Parque de la Ciutadella, el cual se construyó sobre los terrenos de la antigua fortaleza de la ciudad para la exposición Universal de 1988. Fue el primer parque público de la ciudad y alberga 17 hectáreas. Además de dar un agradable paseo, merece la pena ver la Cascada Monumental (inspirada en la Fontana di Trevi de Roma), el Castillo de los Tres Dragones, el Arco del Triunfo, el Museo de Ciencias Naturales o entrar en el Zoo de Barcelona.
Desde aquí, podemos acercarnos caminando por el paseo marítimo hasta La Barceloneta, el antiguo barrio marinero y donde se encuentra la principal playa de Barcelona. Con el tiempo, la gente que vivía allí porque se dedicaba a los oficios del mar, dejaron sitio a los obreros de las metalurgias. Ya en el siglo XX, cuando la ciudad se abrió hacia las playas, se introdujo la gastronomía en el barrio. Con las Olimpiadas de 1992, se rodeó de edificios modernos y arquitectura llamativa, como el pez de Frank Gehry (un gran pez dorado que parece flotar sobre el Mediterráneo) o la gran vela del Hotel W.
El Eixample
El siglo XX supuso una importante transformación urbanística, la cual culminó con El Eixample (el ensanche), compuesto por seis barrios. Descubre Barcelona más fácilmente gracias al trazado de las calles que es siempre en línea recta, formando cuadrículas. Cada manzana tiene un patio interno y esto facilita mucho encontrar los lugares.
Lo que hace realmente famoso esta zona, y en concreto al Paseo de Gracia, es que aquí se encuentra la mayoría de las obras maestras del Art Nouveau de Barcelona. Es una zona residencial de clase alta, con muchas tiendas (entre ellas las grandes firmas), conocidos bares internacionales y restaurantes de vanguardia.
Precisamente en esa calle es donde se encuentran dos majestuosas obras arquitectónicas, la Casa Batlló y la Casa Milà (también conocida como La Pedrera) de Gaudí.
Antoni Gaudí fue un arquitecto catalán, reconocido internacionalmente como uno de los máximos exponentes del modernismo. La Basílica de la Sagrada Familia (también ubicada en El Eixample) es su obra más conocida. El artista murió en 1926 atropellado por un tranvía y por entonces solo le había dado tiempo a crear una de las 18 torres del templo que había diseñado. Gracias a los planos que aún se conservan y a las donaciones y visitas que recibe el templo diariamente, su sueño poco a poco se va completando.
Otras de sus obras que también merece la pena visitar, dentro de la ciudad, son el famoso Parque Güell (ubicado encima del Barrio de Gracia), el Palacio Güell (en La Rambla) o la Casa Vicens, la primera casa de Gaudí en Barcelona.
Los Miradores y otros lugares de interés
Descubre Barcelona también a través de unas vistas únicas. Te recomendamos cuatro miradores que no te dejarán indiferente:
- Montjüic
Por su privilegiada vistas desde el Castillo a la ciudad, el puerto y el Mediterráneo.
Es la cima más alta de la Sierra de Collserola. Además de ofrecer las mejores vistas de la ciudad, hay un parque de atracciones y el templo del Sagrado Corazón.
Durante mucho tiempo, su campanario fue la construcción más alta sobre la que poder ver la ciudad.
- Los Bunkers del Carmel
En la cima de la Turó de la Rovira se encuentran los bunkers de la Guerra Civil Española que albergan los cañones antiaéreos y desde allí se puede observar toda la ciudad.
Si te quedas más días, descubre Barcelona más allá del centro. También te recomendamos visitar el Laberinto d’Horta, la Colonia Güell o acercarte a Sitges o Castelldefels para pasar el día.
Descubre Barcelona a través de su gastronomía
La cocina catalana también te descubre Barcelona. Destaca por ser rica en sabores, por los productos de calidad y por ser 100% mediterránea. Barcelona, que se encuentra ubicada entre el mar y la montaña, recibe los mejores frutos de ambos lugares y los combina a la perfección con los excelentes vinos y cavas de la tierra.
Entre los platos más destacados que tienes que probar se encuentra el famoso Pa amb tomaquet (pan con tomate), la escalivada (que es un plato de verduras asadas), las cocas (masas de pan que pueden ser saladas o dulces condimentadas por encima), el bikini o sándwich mixto, las judías blancas con butifarra o el arroz negro y la fideuá, junto con la salsa alioli como principales.
La crema catalana y los panelletes (sobre todo en otoño) son algunos de los postres más famosos.
Todo ello, junto con el vermut, la cerveza de marca Moritz y Estrella Damm, así como el vino y el cava, son inseparables en la rica gastronomía catalana.
Es complicado elegir los mejores restaurantes de cocina catalana en Barcelona porque hay muchos, pero algunos de los más tradicionales y famosos son el restaurante Els Cuatre Gats (ubicado en la calle Montsió, muy cerca de Plaza de Cataluña) y 7 Portes (muy cerca de La Barceloneta).
Si buscas alta cocina, descubre Barcelona porque es la ciudad con más restaurantes galardonados. En total, solo en el centro y alrededores cercanos podemos encontrar 22 restaurantes con Estrella Michelín. Lasarte, de Martín Berasategui y ÀBaC de Jordi Cruz cuentan con tres estrellas; Angle, Enoteca, Moments, Disfrutar y la Cocina de los Hermanos Torres destacan con dos estrellas y hay 15 restaurantes más con una.
Además, también es una de las ciudades en las que más eventos y ferias gastronómicas se celebran. Alimentaria y Forum Gastronomic Barcelona son dos de las más importantes.
Esperamos que este artículo te anime a viajar por España. Descubre Barcelona a través de tus gustos, ya que tiene mucho que ofrecer.
Déjanos un comentario para contarnos cuál te gustaría que fuera la próxima ciudad que visitemos. Si es la tuya, nos encantaría ir y saber qué lugares nos recomendarías ver y, sobre todo, cuáles son los platos más típicos que nos recomiendas probar.
¡Hasta la próxima Cocinacas!
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