La cebolla siempre ha sido uno de mis ingredientes favoritos. Como ya vimos en una receta anterior, podemos cocinarla como cebolla caramelizada, que nos servirá para elaborar por ejemplo tortillas de patatas con cebolla caramelizada, o incluirla en nuestras ensaladas para potenciar su sabor, ademas tomarla cruda intercalando mordisco entre boquerones fritos o entre cucharadas de un rico cocido madrileño.
En este caso, os traigo una receta que no puede faltarnos, la cebolla frita crujiente o deshidratada que se ha puesto muy de moda a raíz de los grandes centros comerciales tipo IKEA, y que todo amante de la comida rápida, sean perritos calientes o hamburguesas de carne o hamburguesas de pollo no puede dejar de incluir.
No tardarás más de 10 minutos en prepararla, solo ten paciencia para dejarla enfriar y después será tuya para siempre (o hasta que las acabes!).
Ingredientes para Cebolla Frita Crujiente o Deshidratada para 2 personas 1 unidad
- Cebolla – 1 unidad
- Harina – 1 cucharada sopera
- Aceite de oliva – 1 chorro
- Sal – 1 pizca
Cómo hacer la receta de Cebolla Frita Crujiente o Deshidratada
- Pelamos la cebolla, si eres de los que no soportan llorar al cortarla, te voy a contar un truco, 5 minutos antes de trocearla métela en el congelador, después, no derramarás ni una sola lágrima. Una vez pelada, la cortamos por la mitad, pero no de forma horizontal, sino vertical.
- Cogemos una de las dos partes resultantes de cortar la cebolla y la tumbamos boca-abajo, ahora le damos unos cortes a lo largo de unos 0,5 centímetros y después, cortamos los trocitos de forma transversal, de otros 0,5 centímetros. De este modo, conseguimos pequeños tacos de cebolla perfectos para la receta que vamos a cocinar. Esto se llama cortar de forma brunoise (pequeños dados).
- Ya troceada la cebolla, las salamos e introducimos los trocitos en una bolsa de plástico, tipo las de congelados, o en un tupper. Echamos dentro la cucharada de harina y agitamos para que todos los dados de cebolla queden bien rebozados, de forma uniforme.
- Ponemos a calentar en una sartén un chorro de aceite, lo suficiente para cubrir el grosor de los trozos de cebolla. Cuando esté bien caliente los añadimos y freímos. No debemos parar de remover para que se hagan todos. Una vez comiencen a dorarse (importante que no se quemen) apagamos el fuego y los pasamos a un colador para escurrirlos bien y suelten el mayor aceite posible.
- Ahora, colocamos papel de cocina secante en una bandeja y esparcimos bien todos los trozos de cebolla que habíamos dejado escurrir para que se enfríen, procura que se peguen para que nos queden sueltos.
Notas y Consejos
En estos sencillos pasos hemos elaborado una cebolla frita crujiente y deshidratada, que podemos conservaren botes de cristal bien cerrados y guardados en la nevera, aunque si los vas a consumir pronto puedes guardarlos en una despensa.
Sigue el Canal de WhatsApp de Cocina Casera, donde encontrarás todas las nuevas recetas, el Menú Gratuito semanal y los nuevos Vídeos.