¡Hola Cocinacas! En nuestra sección de Comer y Viajar hoy te enseñamos el mejor turismo y la gastronomía de Málaga y su provincia, para que en tu próximo viaje a la Costa del Sol sepas qué ver y qué comer, ya que la gastronomía es una de las partes más interesantes de viajar.
Málaga es una ciudad portuaria ubicada en la Costa del Sol, al sur de España. Se conoce así por su clima agradable y por ofrecer más de 300 días de sol al año. Este es uno de los motivos por los que esta región litoral es una de las zonas turísticas más importantes de España.
La provincia de Málaga no solo es turismo de playa. La propia ciudad cuenta con una amplio patrimonio histórico, cultural y de ocio para todos los gustos, además de un estupendo entorno natural en el que se encuentran los famosos pueblos blancos con encanto. Y no podemos olvidar la gastronomía de Málaga, cuya cocina mediterránea destaca por la sencillez y la variedad de sus ingredientes. Destaca el pescado, por ser una provincia costera, las carnes de las numerosas sierras y las hortalizas de la Vega de Málaga.
A continuación te mostraremos todo lo que se puede ver y hacer en la ciudad de Málaga y seis pueblos considerados como los más bonitos de la provincia. Aprovecharemos para hablarte sobre los productos y platos típicos de cada uno de ellos, y te recomendaremos algunos de los mejores bares o restaurantes donde degustarlos.
Málaga capital
Fueron los fenicios quieres fundaron la ciudad de Malaka, en el año 800 a.C. y desde entonces su historia se vio marcada por el paso de varias culturas, que fueron dejaron su huella. Muchas de esas huellas aún hoy podemos verlas, paseando por sus calles.
Teatro romano
Es el yacimiento más antiguo de Málaga: fue construido en el siglo I d.C. por Augusto y se utilizó como teatro hasta el siglo III. Durante los siglos V y VI lo utilizaron como cementerio y posteriormente, los árabes utilizaron las piedras para la reconstrucción de la Alcazaba. Y tras permanecer oculto durante siglos, el Teatro Romano de Málaga fue descubierto en 1951. Hoy en día, muchas actuaciones al aire libre se realizan allí.
La Alcazaba
Ubicado en el centro histórico, es uno de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Es un palacio fortaleza, hogar de los gobernantes musulmanes de la ciudad y además protegía y defendía la ciudad de los católicos. Fue construido en el siglo XI sobre las ruinas de otro baluarte romano, asentado en un cerro de la ladera del monte de Gibralfaro.
Su principal característica son los tres muros concéntricos que la ciñen, confiriéndole un carácter militar de máxima seguridad. Tiene un pequeño museo arqueológico en el que se exhibe alfarería y cerámica morisca. Y, además, ofrece una hermosa vista sobre el mar y el puerto.
Gibralfaro
Fue construido en el siglo XIV para proteger la Alcazaba, tenía un cuartel para albergar a los soldados, así como un faro. De ahí el nombre del castillo: Gibralfaro significa montaña de luz.
Se puede visitar su Centro de Interpretación para conocer su historia, aunque la visita realmente merece la pena por la vista sobre Málaga y el mar desde las murallas. En días claros es posible ver el Estrecho de Gibraltar.
La Catedral de Málaga
La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación de Málaga es una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía. Comenzó a construirse en el siglo XVI, sobre los cimientos de la antigua mezquita de la ciudad, pero las obras duraron 200 años por falta de fondos. Por ese motivo, la Catedral nunca fue completamente terminada, y actualmente tiene un campanario (estaba previsto construir dos). Los lugareños la llaman La Manquita.
Málaga además cuenta con 5 museos muy importantes, como son el Centre Pompidou, el Museo Picasso, el Museo Carmen Thyssen, la Colección del Museo Ruso y el Museo Automovilístico y de la moda. También merece la pena pasear por el Muelle Uno, junto a la Malagueta (la playa más popular de la ciudad) y acercarse al Mercado de Atarazanas para degustar algunos los productos frescos y saborosos de la gastronomía de Málaga, que veremos enseguida.
La gastronomía de Málaga
La cocina malagueña mezcla en sus platos los productos que se cultivan en su propia tierra, con los del mar Mediterráneo. Y con ellos, combinan a la perfección la tradición y la vanguardia.
En nuestro artículo sobre recetas y comidas típicas de Málaga puedes ver algunos de los platos más tradicionales de la provincia. Sin embargo, hoy no solo queremos hablarte sobre ellos si no que queremos recomendarte dónde degustarlos.
Dentro de su extensa oferta gastronómica, a los malagueños lo que les gusta es salir de tapeo y probar diferentes especialidades. No existe la tapa gratis con la consumición, por lo que lo habitual es que las tapas sean pequeñas raciones que a veces se pueden compartir. Destaca la ensaladilla rusa, las croquetas de puchero, el ajoblanco, las aceitunas aloreñas, el gazpachuelo… para desgustar cualquier de ellas y los platos más típicos por el centro de Málaga, intenta hacerte con un hueco en la barra o reserva mesa en el famoso Pimpi, La Cosmopolita, El Refectorium, KGB o la Taberna Uvedoble. Más alejados, también destacan Verum para degustar su famosa ensaladilla y sus sabrosas carnes, o Pez Tomillo si prefieres platos mediterráneos.
Para comer una buena espetada típica de la gastronomía de Málaga, ya sea de sardinas, calamares o incluso de carne, los chiringuitos a pie de playa son un acierto seguro. Algunos de ellos son Litoral Pacífico, Chiringuito María y el de Jesús Gutiérrez. También merece la pena acercarse al Tintero, un local en el que se come pescaíto frito por sistema de subasta.
Si buscas restaurantes en los que degustar la gastronomía de Málaga a un precio un poco más alto, el Restaurante Jose Carlos García es el único con una Estrella Michelín en la ciudad de Málaga, y es un emblema de la alta gastronomía malagueña. Mientras que el recién inaugurado Restaurante Kaleja, es el sueño hecho realidad de Dani Carnero, dueño de La Cosmopolita, en el que hace una exhibición de alta cocina con platos populares.
Ronda
Está situada sobre un profundo desfiladero, por el que pasa el Tajo. Este separa la nueva ciudad (del siglo XV) del casco antiguo, que es de la época del dominio árabe. En el Puente Nuevo, el cual se extiende sobre el desfiladero, hay un mirador con impresionantes vistas. La plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Ronda es legendaria, del siglo XVIII y es uno de los monumentos más destacados de la ciudad.
La Serranía de Ronda y su fabuloso clima favorecen el cultivo de hortalizas y legumbres de primera, con los que cocinar los exquisitos pucheros y guisos rondeños. Platos como las habas con tomate ajo y jamón, las calabazas a la rondeña, el gazpacho de la Serranía o a la serrana, los pucheros de garbanzos, las habas a la rondeña, el rabo de toro o las migas camperas.
Las setas también son muy apreciadas en la región y la caza, con la que elaboran especialidades como el conejo a la rondeña o la perdiz al tajo.
La repostería rondeña se caracteriza por sus influencias árables, como los pestiños, pero también la sopa de almendras, las clásicas yemas del Tajo y las rosquillas de Ronda.
El aceite de oliva de la zona lo consideran oro líquido de baja acidez, es suave y con un intenso color dorado con toques verdosos. También cabe destacar los estupendos vinos con Denominación de Origen, Vinos de Málaga.
Antequera
Ubicada al norte de la provincia, es una de las ciudades más ricas en patrimonio y monumentos de la provincia de Málaga. Todo el entorno es una mezcla magistral de diseño urbano y religioso. Cuenta con 33 templos religiosos y en la misma ciudad, la Alcazaba del siglo XI.
Pero sobre todo, Antequera es conocida por el famoso sendero del Caminito del Rey, ubicado en el Parque Natural de los Alardes. También por El Torcal, una reserva natural única en Europa que destaca por sus impresionantes paisajes y formaciones de roca kárstica. Y por el conjunto arqueológico de dólmenes de Antequera, Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Además es una ciudad gastronómica. Uno de los platos más conocidos es la porra antequerana, pero también el ajoblanco, el pimentón, el gazpachuelo, las migas y algunas ensaladas, siendo el pío antequerano una de las más propias. También son típicos los embutidos, el queso de cabra, el aceite de oliva, las conservas y el reconocido mollete antequerano.
En repostería destacan los alfajores, mantecados o angelorum, sobresaliendo en los postres el bienmesabe, un dulce realizado a base de almendra molida, bizcochos de soletilla y cabello de ángel.
Nerja
Conocido por ser el pueblo en el que se rodó la serie Verano Azul, es una localidad turística con mucho encanto, ubicada en la Costa del Sol. Merece la pena asomarse al Balcón de Europa, situado sobre un promontorio, para admirar las vistas al mar Mediterráneo y a las montañas aledañas. Mientras que, a sus pies, hay playas de arena y calas junto a acantilados. Una de las más bonitas es la de Maro, en la que se puede alquilar un kayak para descubrir una maravillosa cascada.
Cerca de allí también están las cuevas de Nerja, con estalactitas y estalagmitas muy originales, así como pinturas paleolíticas, que se pueden admirar haciendo una visita guiada.
Los productos típicos de la gastronomía de Nerja son los pescados y los frutos tropicales como el aguacate, la chirimoya o el mango. Con estos ingredientes se elaboran platos como los boquerones en escabeche, los espetos de sardinas, las ensaladas de aguacate, el pimentón con pescado y almejas, y frituras de pescado: boquerones, salmonetillos, calamares, puntillas, lenguados, puntillitas…
Frigiliana
Es considerado como uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, un claro ejemplo de los típicos pueblos blancos de la Costa del Sol. El pueblo tiene dos zonas, la parte baja, de reciente construcción, y conforme se va subiendo, uno se adentra en el barrio morisco, un laberinto de calles estrechas con mucho encanto. Además, las vistas desde Frigiliana son espectaculares. Se puede ver Nerja y los alrededores perfectamente, y en los días claros, el norte de África.
La cocina tradicional de Frigiliana se basa en la elaboración de platos cuyos ingredientes principales son los propios de la tierra y el mar Mediterráneo. La miel de caña, el aceite de oliva virgen, los ricos caldos moscateles de sus viñedos y las verduras frescas de sus huertas, conforman una de las cocinas más singulares de la provincia.
Destacan los platos en los que la base es la carne del choto. Se prepara frito, al ajillo o con variedad de salsas, la salsa de almendras es una de las más exquisitas. Y también las clásicas y típicas migas a base de pan y harina de maíz acompañadas de pescado fresco del Mediterráneo, hortalizas o chorizo y morcilla.
Los dulces típicos se elaboran con miel de caña, ya que en Frigiliana se encuentra la única fábrica que hay en Europa. Algunos de ellos son la arropía y las marcochas o la elaboración de las batatas con miel.
Mijas
Es otro ejemplo de pueblo blanco en el interior de la provincia de Málaga. Situado en la ladera de la sierra, es famoso por sus burro-taxis. Merece la pena pasear por sus estrechas y empinadas calles para ir descubriendo algunos de los lugares más destacados, como su pequeña plaza de toros o a antigua muralla árabe.
Su gastronomía se basa sobre todo en los primeros platos, por su gran variedad de sopas. Algunos de los platos típicos de la cocina local son el salmorejo, los maimones, las cachorreñas y el gazpachuelo. Y los dulces típicos, como los buñuelos y los hornazos, heredados de la época árabe.
Marbella
No solo es turismo y lujo, también es gastronomía. Y así lo demostró al presentar su candidatura para ser Capital Gastronómica 2020. No lo logró pero sonaba como una de las favoritas, ya que Marbella concentra toda la gastronomía de Málaga. Cuenta con el mar Mediterráneo como protagonista, y la versatilidad de los platos es gracias a los productos de la huerta.
Entre sus especialidades no puede faltar el gazpacho, el ajoblanco, la ensalada malagueña o la fritura de pescado. Es imposible irse de Marbella sin probar el boquerón frito y las sardinas espetadas en cualquiera de los chiringuitos que hay a pie de playa.
La gastronomía de Marbella se encuentra paseando por las calles de su casco viejo, en las tabernas de toda la vida donde el tapeo está a la orden del día. Y si se busca producto local en la alta cocina, Marbella no se queda corta, ya que cuenta con tres restaurantes galardonados con Estrella Michelín: Skina, con dos estrellas, y Messina y El Lago con una.
Esperamos que esta pequeña guía en la que te hablamos sobre la gastronomía de Málaga, tanto en la ciudad como en los pueblos más populares de su provincia, te sirvan como referencia si próximamente te animas a viajar.
Y si tú también conoces algún bar o restaurante en el que disfrutar de todos estos platos típicos de los que te hemos hablado, no dudes en escribirnos a través de los comentarios. Entre todos podremos tener estupendas referencias para disfrutar aún más de la visita.
También puedes contarnos cuál te gustaría que fuera la próxima ciudad o provincia que visitemos. Si es la tuya, nos encantaría ir y saber qué lugares nos recomendarías ver y, sobre todo, cuáles son los platos más típicos que nos recomiendas probar.
¡Hasta la próxima Cocinacas!
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